En medio de una creciente incertidumbre económica y una alta volatilidad de activos financieros de México, los inversionistas enfocados en tomar riesgos con posiciones especulativas han abandonado casi por completo sus apuestas a favor del peso, una de las tres monedas emergentes que más ha perdido este año.
Esas posiciones, que se habían mantenido por 70 semanas con un balance neto largo, es decir, que esperaban una recuperación de la moneda mexicana, cayeron la semana pasada a un terreno neutral, en el que las apuestas alcistas y bajistas casi se igualaron.
Entre los factores que aumentaron la percepción de riesgo, destacó una leve recesión que inició a finales de 2019, al que se unió un repentino freno a la actividad productiva derivado del brote de coronavirus, lo que provocó un fuerte deterioro en las expectativas crediticias del país y una salida de capitales.
Con ello, el peso ha perdido casi 30% en el año y borró los avances de 2018 y 2019, años en los que los inversionistas globales apostaron por la moneda ante las altas tasas de interés que favorecieron estrategias como el carry trade.
Hasta la semana pasada, el saldo neto largo de las posiciones especulativas sobre el peso, es decir, de instrumentos derivados que apostaban a esa moneda, se ubicó en unos 24 millones de dólares, el nivel más bajo desde diciembre de 2018, y la tendencia era visiblemente a la baja.
“Con el último dato se cumplen 12 semanas de recortes, los cuales es probable resulten en netos cortos (que anticipan una depreciación) para el peso”, dijeron analistas de Banorte en una nota enviada a clientes.
El tipo de cambio interbancario, que cerró abril en 24.0610 pesos por dólar, según datos de Banxico, superó nuevamente la barrera de las 25 unidades la semana pasada, aunque posteriormente registró una ligera recuperación.
A diferencia del mercado, en donde casi se extingue el optimismo sobre el peso, entre analistas económicos existe una mayor divergencia sobre la tendencia que seguirá la moneda ante un amplio espectro de factores que podría incidir en ella.
En la encuesta más reciente entre analistas levantada por Citibanamex, filial del estadounidense Citi, la estimación más optimista para cierre de 2020 fue de 20.20 pesos por dólar, de BBVA, mientras que la más pesimista fue de 26.25, realizada por Barclays.
La mediana de la encuesta se ubicó en 23 pesos por dólar, nivel que implicaría una apreciación de 5% respecto al nivel actual en lo que resta del año, aunque en el corto plazo habrá factores que podrían elevar la volatilidad de la moneda mexicana.
“El peso seguirá muy dependiente de noticias como las medidas que anuncien los países para levantar restricciones a la actividad económica, nuevos planes de liquidez de los bancos centrales, cifras económicas en Estados Unidos y el precio del petróleo”, dijo Jorge Gordillo, director de análisis de CI Banco.
Los especialistas de Banorte añadieron que las cifras locales del PIB, así como la posibilidad de nuevas acciones por parte de la Comisión de Cambios -integrada por miembros de Hacienda y banco central-, también podrían incidir en el comportamiento del peso en el corto plazo.