Grupo Sanborns, Monex y Santander, empresas que solicitaron su salida de la Bolsa Mexicana de Valores, pagaron más de 7,000 millones de pesos a sus accionistas, de acuerdo con información de las emisoras.
Durante el 2023, la salida de las empresas continuó en el mercado accionario local consecuencia de un cambio de planes propios de las emisoras y, de esta manera, se unieron al club de las 12 compañías que abandonaron el centro accionario local en lo que va del sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
Sanborns, propiedad de Carlos Slim, fue la última en dejar la BMV cuando la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) autorizó en noviembre el desliste de las acciones.
La empresa conformada por tiendas departamentales, restaurantes y cafeterías; pagó a sus accionistas 75.6 millones de pesos a través de la Oferta Pública de Adquisición , trámite para realizar el desliste de sus acciones.
Grupo Sanborns mantuvo listadas sus acciones durante nueve años. En su momento, los papeles de la emisora mostraron un incremento en el apetito de los inversionistas generando que analistas la prospectaran como posible candidata a formar parte del selecto club de empresas del Índice de Precios y Cotizaciones, S&P/BMV IPC.
Las acciones de la compañía de Carlos Slim se despidieron del centro accionario con 19.05% menos de su máximo histórico alcanzado en junio de 2013 y 7.14% menos que el precio de su debut en el centro accionario.
Grupo Monex formalizó en marzo su desliste de la BMV tras casi 13 años de cotizar en el mercado de capitales. La empresa financiera realizó un desembolso de 668.2 millones de pesos a todos los accionistas.
Aunque no se realizó una oferta pública inicial, Monex comenzó a cotizar en el mercado bursátil mexicano en julio de 2010. A su salida, los títulos bursátiles acumularon un incremento de 11.73%, de acuerdo con datos de Bloomberg.
Otra de las emisoras que solicitaron este año su salida del mercado accionario fue Santander México quien presentó ante la CNBV la solicitud para llevar a cabo la cancelación de la inscripción en el Registro Nacional de Valores en abril.
Sin embargo, fue hasta mayo cuando la autoridad expidió el oficio de cancelación correspondiente.
El banco de origen español tuvo que pagar 6,259 millones de pesos a los dueños de papeles bursátiles, cada uno en 24.52 pesos por unidad.
Las acciones de Santander llegaron a un máximo de 45.15 pesos por unidad el 14 de enero del 2013. Este año las acciones tocaron un máximo de 25.4 pesos por unidad y un mínimo de 19.8 pesos.
Baja operatividad
La salida de las empresas obedece a las bajas valuaciones de las acciones detonado por una baja operatividad, de acuerdo con el analista financiero en Roga Capital, Jacobo Rodríguez.
Rodríguez dijo que genera otro tipo de riesgos como es el de liquidez ya que al existir una demanda pobre por las acciones de las empresas, los diferenciales entre compra y venta son más amplios por lo que resulta difícil vender en el mercado.
“Esto desincentiva la adquisición de estos títulos. La baja operatividad de algunas acciones se debe a que las expectativas de crecimiento de los negocios no son tan atractivas”, declaró.
El director de consultoría en Tendencias Económicas y Financieras, Carlos López Jones, comentó a este espacio que existe una baja valuación de las empresas mexicanas lo cual propicia que salgan del mercado de capitales.
El especialista dijo que sí hay liquidez en el mercado de capitales mexicano, pero “viene del lado de las administradoras de fondos para el retiro porque sí están invirtiendo dinero muy importante, el resto de los jugadores no tanto”.
Jacobo Rodríguez señaló que para que la valuación de una empresa aumente, se necesita que las utilidades de las empresas incrementen constantemente.
“Si lo que se busca es que el precio de mercado de las empresas se aprecie, lo principal es que la demanda sobre estos activos aumente, lo que se genera al tener buenas expectativas de los negocios de dichas empresas y en que la rentabilidad de los inversionistas será positiva“.
Las otras nueve
Las otras nueve empresas que ya han salido de la BMV en la administración de Andrés Manuel López Obrador son: Rassini, IEnova, Aeroméxico, Grupo Lala, Bio Pappel, General de Seguros, Maxcom, Elementia y Fortaleza Materiales.
Actualmente existen seis emisoras que están en proceso de deslistar sus acciones de la BMV como la controversial Bachoco, Aleatica, ICA, Farmacias Benavides, Ingeal e Hilasal.
Hace seis años, el 10 de noviembre de 2017, se realizó la última oferta pública inicial (OPI) en la BMV, protagonizada por GMéxico Transportes, por un monto de 19,000 millones de pesos.