Boris Johnson, primer ministro del Reino Unido, tuvo dos derrotas consecutivas en el Parlamento el sábado y el lunes y todo apunta que el Brexit -como se le conoce a la salida del Reino Unido de la Unión Europea- se extenderá.
El Brexit le ha costado el puesto a dos primeros ministros del Reino Unido, David Cameron y Theresa May, y Boris Johnson, quien es el tercero el ocupar el puesto desde el 2016, tiene la misión de ejecutar la salida.
Johnson fracasó en conseguir el apoyo del Parlamento para su acuerdo de salida negociado con la Unión Europea, por lo que en automático se ha visto obligado a solicitar a la Unión Europea una prórroga a la fecha límite del 31 de octubre
publicó CI Banco en un análisis.
El sábado, Johnson planeó someter su acuerdo de Brexit a una votación en el Parlamento, pero perdió 322 a 306 votos. Ayer, lunes, intentó de nueva cuenta llevar el acuerdo a votación, pero John Bercow, presidente de la Cámara de los Comunes, no lo permitió argumentando que no se puede presentar el mismo proyecto de ley dos veces, en circunstancias iguales.
Las maniobras hechas por el Primer Ministro responden a la fecha límite prevista para abandonar la Unión Europea, el 31 de octubre de 2019. Originalmente, la fecha de salida era el 31 de marzo, pero Theresa May logró extender la fecha seis meses más.
El Gobierno británico pidió extender la fecha del Brexit al 31 de enero de 2020, en una carta que el Primer Ministro no firmó.
Aunque el Consejo Europeo discutirá si se extiende o no la fecha de salida, nadie quiere una salida del Reino Unido sin acuerdo (Brexit duro).
Un Brexit duro tendría serías consideraciones para casi todas las industrias del Reino Unido. Tanto solo la Asociación Europea de Constructores de Automóviles (ACEA) dijo que provocaría un “terremoto” de miles de millones de euros. De acuerdo con el medio Business Insider, la paralización del sector automovilístico británico costaría al sector europeo 54,700 euros por minuto.
La Unión Europea aceptará la extensión y creemos que un Brexit sin acuerdo es un riesgo, pero difícil que pase; mantenemos nuestro posicionamiento constructivo antes de los votos de esta semana
comentó Esty Dwek Jefa de Estrategia de Mercados Globales de Natixis IM.
Mientras que Reino Unido vive incertidumbre política, el FTSE 100, el principal índice accionario del país, y la libra esterlina han estado rezagados los últimos años.
Los rezagos y caídas
El FTSE 100 tiene un rendimiento de 14.41% desde el 22 de junio de 2016, un día antes que si diera a conocer la victoria del referendum del Brexit. Pese a tener un alza de doble dígito, su desempeño ha sido más acotado al de otros índices europeos como el Euro Stoxx, CAC 40 y DAX 30.
La libra esterlina es el activo británico que se ha llevado la peor parte, ya que presenta una depreciación frente al euro de 10.65% y de 11.80% ante el dólar desde el 22 de junio del 2016.
Pese a la volatilidad política y económica, hoy en día la posibilidad que el Reino Unido abandone la Unión Europea con un acuerdo ratificado es de 70%, mientras que una salida sin acuerdo apenas tiene 5% de probabilidad, de acuerdo con Goldman Sachs.
Más tiempo
Peter Altmaier, ministro de Asuntos Económicos de Alemania, dijo este lunes a la prensa que respalda la opción de extender el Brexit más allá del 31 de octubre.
“Ya hemos aceptado una extensión (con Theresa May). Además, en repetidas ocasiones he dicho como opinión que no me opongo ideológicamente a extender unos días o semanas el plazo, si luego se obtiene una buena solución que no sea un Brexit duro ”, dijo Altmaier.
El optimismo de llegar a un Brexit con acuerdo ha generado que los inversionistas estén más dispuestos a invertir en activos de riesgo -como acciones- y dejen posiciones en activos de refugio como dólares, oro o bonos del Tesoro.
El Reino Unido es la segunda economía más importante de Europa y la quinta más relevante del mundo.