Las acciones de las compañías de energía han sufrido los estragos de la pandemia de COVID-19 ante la caída de los precios del petróleo y la demanda, provocadas por la interrupción de los negocios a nivel global.

El lunes, el contrato de mayo del WTI de Estados Unidos cayó en territorio negativo por primera vez en la historia debido a que el volumen de crudo almacenado se eleva mientras las refinerías bajan su actividad, lo que arrastra las acciones de las petroleras.

Desde que el brote se extendió a Europa y Estados Unidos en febrero, el precio de los títulos de las petroleras se ha desplomado, en medio de una guerra de los petroprecios entre Rusia y Arabia Saudita.

Hasta este martes, las acciones de la estadounidense Occidental Petroleum son las más afectadas. Los papeles de la compañía han caído 70% desde el 1 de enero, mientras se enfrenta a una pérdida de liquidez que la ha llevado a reducir los costos de operación y recortar salarios.

Los títulos de Occidental cerraron con una caída de 1.99% respecto a la sesión previa, a 12.34 dólares, de acuerdo con datos de Investing.

La firma asentada en Houston enfrenta una deuda debido a la adquisición de Anadarko Petroleum por 38,000 millones de dólares el año pasado.

Chevron y Exxon se encuentran entre las petroleras estadounidenses más afectadas por la crisis. El valor de los títulos de las empresas ha caído 32% y 41%, respectivamente, por lo que han tomado la decisión de recortar sus presupuestos de capital y suspender la recompra de acciones.

Este martes, las acciones de Exxon perdieron 0.53%, a 40.96 dólares; mientras que los papeles de Chevron retrocedieron 2.31% y se venden en 81.64 dólares.

Las compañías europeas tampoco han logrado esquivar la caída y Shell es la firma que más ha resentido los efectos de la caída de la demanda de crudo.

Las acciones de la petrolera holandesa, que posee 40,000 estaciones de servicio a escala mundial, han caído 44% en lo que va del año y este martes perdieron 1.64%, a 32.93 dólares en la Bolsa de Nueva York.

A finales de marzo, Shell informó que desaceleró su refinación y perderá hasta 800 millones de dólares en el primer trimestre de 2020 y anunció un recorte del gasto de entre 5,000 y 20,000 millones, además de suspender la recompra de acciones.

El valor de los papeles de British Petroleum se ha desplomado 43% desde enero y este martes las acciones anotaron un retroceso de 3.18%, a 21.64 dólares en Wall Street.

La petrolera británica informó a inicios de abril que la pandemia pegó a sus inversiones, por lo que decidió recortarlas en 25%, a 12,000 millones de dólares, afectando la exploración, refinación y producción.

Equinor sufrió una caída de 40% en su valor bursátil desde que inició el año y redujo sus costos operativos en 3,000 millones de dólares para hacer frente al COVID-19. Las acciones de la compañía bajaron 3.14%, a 12.02 dólares, respecto a la sesión del lunes.

Las acciones que mejor desempeño han tenido en el sector son las de Saudi Aramco, controlada por el Estado.

La petrolera estatal árabe ha perdido 16% de su capitalización de mercado. En contraste, los títulos de Gazprom, la mayor compañía del Kremlin han caído 43%.