El Reino Unido y México no tienen mucho en común –ni idioma, ni religión, ni cultura– pero hay un tema que ha acercado a ambos países: la incertidumbre que han generado sus consultas ciudadanas.
El 23 de junio del 2016, la mayoría de los ciudadanos del Reino Unido votó por abandonar la Unión Europea (UE), un hecho conocido como Brexit. Dos años después, el 29 de octubre del 2018, los mexicanos decidieron poner fin a una obra transexenal: el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco.
Todas las acciones tienen consecuencias. Del lado del Brexit, se espera que la salida de la Unión le cueste al Reino Unido 100,000 millones de libras esterlinas (alrededor de 130,000 millones de dólares) en la próxima década, de acuerdo con el think tank Instituto Nacional de Investigación Económica y Social.
De la parte mexicana, el costo de cancelar el NAIM no es claro. El Consejo Coordinador Empresarial ha estimado que será de unos 120,000 millones de pesos, mientras que el Instituto Mexicano para la Competitividad lo calcula en 270,000 millones de pesos y la Coparmex en 290,000 millones de pesos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que la cancelación generará un ahorro de 100,000 millones de pesos.
Los resultados de las consultas deben de interpretarse y no necesariamente se tiene que tomar una decisión final
Jorge Sánchez, director del Programa de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros (Fundef).
Además del costo, dos días después de darse a conocer los resultados de la consulta mexicana, la calificadora Fitch Ratings ajustó a la baja la perspectiva de calificación soberana de México de ‘estable’ a ‘negativa’.
Mensaje fuerte y claro
Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ganó las elecciones del 1 de julio con más de 30.11 millones de votos, esto es 53.17% del total de los sufragios y ha visto en las consultas ciudadanas un mecanismo para que los mexicanos se interesen por la vida política del país.
Si bien romper con la apatía de los mexicanos es un punto a favor de las consultas, también manda un mensaje a los actores poderosos del país de que esta estrategia (las consultas) está a disposición del Ejecutivo a partir de ahora. Lo anterior, para contribuir a frenar o lanzar iniciativas que no necesariamente sean bien vistas por estos actores, dijo Leandro Rodríguez, académico de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP).
El 69.95% de los mexicanos que participaron en la consulta ciudadana de octubre votó por reacondicionar el Aeropuerto Internacional Benito Juárez, el de Toluca y construir dos pistas en la base aérea de Santa Lucía, suficiente para dejar atrás la idea de Texcoco.
Aunque la mayoría ciudadana optó por Santa Lucía, éste no cuenta con el aval de Mitre, centro de investigación y desarrollo no comercial que asesora a la Administración Federal de Aviación en Estados Unidos.
“Sin ese visto bueno, hay un alto riesgo de que las autoridades de aviación civil de Estados Unidos simplemente prohíban los vuelos comerciales a Santa Lucía”, dijo Amín Vera, director de análisis económico de Black WallStreet Capital.
Se termina el tiempo para Theresa May
En el Reino Unido la incertidumbre no es menor. El 15 de enero, el plan de Theresa May, primera ministra del Reino Unido, para abandonar la UE fue rechazado por más de 230 votos en el Parlamento británico.
May va contra tiempo. El 30 de marzo, el Reino Unido abandonará el bloque económico.
Si el plan de retirada se ratifica antes del último día de marzo, el derecho de la UE dejará de aplicarse al y en el Reino Unido el 1 de enero de 2021, pero si el acuerdo no se ratifica, no habrá periodo transitorio y el derecho de la UE se dejará aplicar de inmediato, de acuerdo con el Centro de Documentación Europea.
Si los gobernantes toman al pie de la letra los resultados de las consultas, sin que exista un complemento de análisis técnico de expertos, las consecuencias económicas pueden ser graves. Las consultas solo deben ser un mecanismo para complementar las decisiones de los gobernantes
Jorge Sánchez, de Fundef
Desde la votación del Brexit, la libra esterlina se ha depreciado 13% frente al dólar, mientras que el peso mexicano se ha recuperado 1.33%, después de la consulta en la que se decidió la cancelación y luego de que el gobierno mexicano recompró 1,800 millones de dólares en bonos emitidos para financiar parte del NAIM.