La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) mide el pulso de los inversionistas, pero en épocas electorales suele ser un indicador que amplifica la sensibilidad del ánimo y la confianza que se tiene por el país.

Por primera vez desde la alternancia, la Bolsa Mexicana de Valores registró su peor sesión post-electoral con la llegada de Claudia Sheinbaum y ante el nerviosismo de los inversionistas particularmente tras darse a conocer que Movimiento Regeneración Nacional (Morena) obtuviera una virtual mayoría calificada en el Congreso de la Unión.

El pasado 3 de julio, el Índice de Precios y Cotizaciones (S&P/BMV IPC) cayó 6.01%. Sin embargo, la tendencia se revirtió en la siguiente jornada y registró un alza de 3.24% como parte de la volatilidad del proceso de transición. Analistas consultados por EL CEO coincidieron en que una recuperación a los niveles previos a los elecciones podría tardar más tiempo en llegar, dependiendo de los anuncios y eventos que se desarrollen en el terreno político.

¿Cómo se ha desempeñado la BMV tras cada elección presidencial?

Otras elecciones presidenciales han transferido comportamientos distintos al S&P/BMV IPC. Aunque las pérdidas en algunas jornadas de la primera semana tras los comicios son habituales, el rebote suele llegar en pocas sesiones. De los últimos cuatro procesos, solo uno representó caída global en las cinco sesiones posteriores.

La alternancia fue ‘bien recibida’ por el mercado bursátil

Las elecciones del 2 de julio del 2000 trajeron a México la alternancia partidista. Por primera vez en ochenta años, el país eligió como presidente a Vicente Fox, proveniente del Partido Acción Nacional (PAN). En la primera sesión bursátil tras los comicios, el S&P/BMV IPC avanzó 6.12% hasta colocarse por encima del techo psicológico de las 7,000 unidades.

En la semana postelectoral, la BMV anotó tres jornadas a la alza y dos con pérdidas de -0.90% y -1.96%. El balance de las cinco sesiones fue positivo, pues el índice creció 6.07%.

La continuidad del proyecto de nación panista también tuvo una recepción favorable. En el primer día después de que Felipe Calderón nombrara como ‘irreversible’ su victoria, la BMV avanzó 4.77% en julio de 2006. Sin embargo, los mercados sufrieron volatilidad hacia la segunda mitad de la semana, en medio de las acusaciones de fraude electoral por parte de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

El balance de las primeras cinco sesiones tras las elecciones presidenciales de 2006 también fue positivo: desde la sesión previa a los comisiones y hasta el primer viernes como virtual presidente, el S&P/BMV IPC creció 3.56% y oscilaba entre las 20,000 unidades.

Elecciones de 2012 tuvieron saldo negativo para la BMV

Las elecciones de 2012 vieron contender nuevamente a AMLO, pero el triunfo fue para Enrique Peña Nieto, el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Tras el anuncio de que las tendencias favorecían al priista, López Obrador informó que él contaba con ‘otros datos’ y nuevamente puso en duda la participación del, entonces, Instituto Federal Electoral (IFE).

A la apertura del 2 de julio de 2012, el IPyC anotó un retroceso de 0.23%, como posible producto de la volatilidad tras la incertidumbre. Mientras que, a lo largo de la semana, tuvo cuatro jornadas negativas y solo una positiva, aunque todos fueron movimientos marginales. Al llegar el viernes, cerró con una caída global de 0.92%.

Mercados no recibieron bien a AMLO, pero se recuperaron en una semana

En 2018, Andrés Manuel López Obrador accedió a la presidencia de la República en una jornada electoral donde rápidamente se reconoció su triunfo por parte de las demás candidaturas. La noticia fue recibida con un retroceso de 2.12% en la sesión bursátil del lunes 2 de julio.

Sin embargo, el índice de las empresas más bursátiles del país mostró un rebote en posteriores jornadas y, al llegar el viernes, concluyó con un avance total de 2.77%. Con estos movimientos, las pérdidas se revirtieron en la primera semana postelectoral.

¿La BMV se recuperará pronto tras el ‘lunes negro’?

EL CEO consultó a dos analistas que coincidieron en que es improbable que el S&P/BMV IPC rebote durante la primera semana tras las elecciones donde Claudia Sheinbaum resultó ganadora. Esto debido a que la caída del lunes pasado fue muy pronunciada y la mayoría constitucional no estaba contemplada en el escenario base.

De acuerdo con el director de Inversiones de Franklin Templeton México, Luis Gonzali, el mercado bursátil continuará con volatilidad. Esto dependerá, especialmente, de los anuncios que se den en las siguientes semanas y el uso de la virtual supermayoría para promover las reformas del partido.

Mientras que el especialista financiero de Roga Capital, Jacobo Rodríguez, descartó que el ‘rebote’ se dé durante las primeras cinco jornadas tras las elecciones. Aunque explicó que es posible que en los próximos días el mercado pueda recuperar parte de los rendimientos previos, cuando los inversionistas dejen de mirar el contexto y vuelvan a considerar los fundamentales de las emisoras.

El mercado mexicano debe estabilizarse y mucho va a depender de los anuncios que se realicen más adelante

dijo el experto.

No se descarta otra sesión con pérdidas mayores en la BMV

El especialista del fondo de inversiones apuntó a que los próximos pasos de Sheinbaum están plasmados en su proyecto de nación, por lo que cualquier acto asentado en él no causaría mayor volatilidad. Sin embargo, no descarta que se repita alguna jornada con amplias caídas en caso de que se presente alguna eventualidad fuera de lo previsto.

Seguramente el mercado va a estar reaccionando a los diferentes anuncios que se vayan dando. Mismo caso en septiembre con el nuevo Congreso, pues los inversionistas estarán pendientes de qué es lo que hará en su último mes en la presidencia

indicó el especialista.

En el mismo sentido, Jacobo Rodríguez, analista financiero en Roga Capital, dijo que es muy poco probable que se dé una caída como la del pasado lunes en un escenario sin mayores cambios. No obstante, en caso de que se den anuncios o impongan reformas abruptas –como una modificación al Poder Judicial– podría haber nuevas sesiones con mayor nerviosismo.

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