La plataforma de comercio de criptomonedas Coinseed dejó de operar luego de ser demandada a principios de este año por la procuradora general de Nueva York, Letitia James, debido a acusaciones de fraude.

“Hoy anuncio el cierre del negocio debido a una demanda de la NYAG (Fiscal General de Nueva York)”, dijo el martes Delgerdalai Davaasambuu, fundador y CEO de Coinseed, en su página web.

En febrero de 2017, la saga comenzó cuando James demandó a la empresa por defraudar a los inversionistas con más de un millón de dólares a través de tarifas no reveladas y la venta del token de Coinseed CDS, que carece de valor.

En un episodio más reciente, el 6 de mayo la fiscal tomó acciones legales para detener las operaciones de Coinseed, alegando que la compañía asignó el dinero de los inversionistas a dogecoin sin permiso previo, detalla Business Insider.

De acuerdo con una presentación, a mediados de abril Coinseed convirtió todos los activos de los usuarios en bitcoin sin autorización y deshabilitó todas las funciones de la aplicación para que no pudieran retirar su dinero. Ese mismo día, la empresa cambió los bitcoin por dogecoin.

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La fiscalía recibió más de 170 quejas de inversionistas que estaban preocupados por proteger sus activos. Luego, el 7 de junio, obtuvo una orden judicial para detener las operaciones de Coinseed.

Cuando las plataformas que operan ilegalmente en Nueva York buscan negociar con el dinero de los inversionistas, utilizaremos todas las herramientas a nuestra disposición para detener sus acciones ilegales

dijo James en un comunicado

En respuesta, Davaasambuu sostuvo que Coinseed no incurrió en operaciones ilegales, pues no existen regulaciones sobre cómo clasificar las criptomonedas y qué tipo de licencias deben obtenerse para operar un negocio en Estados Unidos.

“Ni siquiera tenemos una guía clara sobre cómo pagar los impuestos relacionados con las criptomonedas”, señaló.

Davaasambuu acusó que desde que la plataforma comenzó a operar en 2017, la oficina de James los presionó constantemente.

“Coinseed es una pequeña empresa con poco dinero y no pudimos contratar buenos abogados para luchar contra ellos en la corte, lo que costaría millones de dólares”, indicó.

El CEO de Coinseed mencionó que James lo persiguió a él ya su empresa hasta que todos los empleados abandonaron la compañía debido al colapso de la salud mental del equipo de trabajo.