El precio negativo del barril de WTI registrado este lunes obedece al cierre de venta de crudo para entregas en mayo, por lo que seguramente rebotará a partir de mañana, y su impacto no es catastrófico para la industria petrolera, a pesar de que complica el panorama.
Pemex se verá afectada, pero podría no ser suficiente para provocar un cambio en la estrategia energética de la administración, consideran analistas.
“Lo que pasó hoy fue un reflejo de que nadie quería petróleo WTI en mayo. Es un análisis temporal, pero también geográfico, porque el Brent ni se inmutó. El petróleo no se volvió negativo, sino que el mercado de WTI se saturó. Es una cuestión temporal: mañana empezamos con los contratos de junio y vamos a empezar a 16 o 17 dólares. Hay posibilidad también de que vuelva a pasar en junio”, explicó Adrián Calcaneo, director de midstream y líquidos de IHS Markit.
El experto destacó que mayo será un mes difícil por la poca demanda de crudo, pero negó que se trate de una situación que llevará a “saltar del acantilado”. A pesar de esto, advirtió que el problema de la sobreoferta no se puede solucionar a recortes, pues la Organización de Países Exportadores de Petróleo sufrió para concretar un recorte de solo 10 millones de barriles, por lo que una reducción aún mayor se percibe complicado.
El precio de la mezcla mexicana es una combinación de Brent y WTI, más un ajuste por parte de Pemex. Calcaneo consideró que el movimiento en el precio de la mezcla estadounidense debería impulsar también un precio negativo para la mezcla mexicana, que también se corregiría el día de mañana.
La gente al interior de Pemex sabe que el precio cambiará mañana y saben de la sobreoferta en el mercado y la afectación que estos elementos podrían tener en las finanzas de la empresa. Sin embargo, el hecho de que las decisiones estratégicas se estén tomando desde la Secretaría de Energía y que estas estén regidas por una motivación más política que económica deja pocos elementos para pensar que habrá ajustes en las expectativas de la empresa productiva del Estado.
“No es un golpe tan directo como la baja a la calificación. Yo pensaba que la baja los iba a hacer reaccionar, pero hoy ni siquiera le dedicaron un minuto en la mañanera. No veo una posibilidad de reacción, a pesar de las muestras de lo mal que está el mercado”, dijo.
A pesar de que los precios del Brent no se vieron impactados hoy, sí existe una presión a la baja, por lo que podríamos estar entrando a una época de precios de petróleo entre los 10 y los 25 dólares por barril, lo que colocaría a la mezcla mexicana en un sólo dígito.
La nueva baja en los precios ha llevado a Venezuela a solicitar una reunión extraordinaria con la OPEP, pero Calcaneo consideró complicado que se lleven a cabo acciones en respuesta a lo que ocurrió en esta sesión, pues los mismos recortes acordados en la última junta no han entrado en vigor.