Los bonos de Crédito Real y otras financieras no bancarias muestran repuntes significativos desde mínimos históricos, a pesar de que el sector atraviesa por un momento crítico tras una serie de incumplimientos.
De acuerdo con datos de Bloomberg, los bonos de Crédito Real con vencimiento en 2026 presentan un alza de 568% respecto al mínimo de 1.3 centavos por dólar de septiembre, a un precio de 8.7 centavos.
Es el mismo caso para los bonos que expiran en 2028, que muestran un avance de 534% desde los niveles más bajos que registraron en el mismo mes.
Crédito Real encendió las alarmas a principios del año pasado tras caer en default, lo que comenzó a limitar el financiamiento de la industria y derribó el precio de los bonos.
Previo a este evento, los papeles de la Sociedad Financiera de Objeto Múltiple (Sofom) tenían un valor de alrededor de 99 centavos sobre cada dólar.
Hasta el momento, cuatro de las seis financieras no bancarias de México que emitieron deuda en los mercados internacionales se declararon incapaces de cumplir con sus obligaciones.
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¿Señal de confianza?
La recuperación de los bonos de Crédito Real se da mientras avanza la reestructura de la empresa, que enfrenta una serie de litigios tanto en México como en Estados Unidos.
Hemos visto la noticia de que han encontrado un comprador para el negocio en Estados Unidos (Bepensa Capital). Me imaginaría que esto tiene algún tipo de razón en la subida de precio (de los bonos)
dijo en entrevista Rodrigo Marimon, analista de instituciones financieras de Moody’s Investors Service.
En los juzgados estadounidenses está pendiente la resolución sobre la solicitud que la compañía hizo para acogerse al Capítulo 15 de la Ley de Quiebras, y sobre un procedimiento involuntario para entrar al Capítulo 11 promovido por tenedores de bonos.
Crédito Real realizó pagos a ocho de los acreedores bancarios con los que tenía adeudos; sin embargo, en México sigue pendiente el fallo de la apelación presentada por accionistas minoritarios contra la liquidación de la empresa.
En caso de que el juez determine que la liquidación no se dictó conforme a derecho, es posible que todas las medidas empleadas por el liquidador queden sin efecto, incluidos los pagos.
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Tangelo (antes Mexarrend) fue la última financiera no bancaria mexicana que cayó en default y generó presiones adicionales en el modo de obtener fondeo de sus pares.
El 17 de enero, los bonos con vencimiento en 2024 de Tangelo retrocedieron a un mínimo de 6.1 centavos por dólar; sin embargo, al 22 de febrero el precio de cada papel es de 16.8 centavos, un repunte de 175%.
Los bonos con expiración en septiembre de 2023 de Unifin, que entró en concurso mercantil al inicio de este año mientras evalúa formas para reestructurar su deuda, registraron su nivel más bajo en noviembre.
Desde entonces, acumulan una ganancia de 134%, pero siguen muy lejos de los máximos de 2017.
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Mega, con un avance más moderado
Grupo Mega no se ha salvado de la desconfianza de los inversionistas sobre este tipo de instituciones.
Los bonos de Mega que vencen en 2025 registraron un mínimo 38.4 centavos por dólar en noviembre de 2022 y actualmente se ubican ligeramente por encima de 50 centavos, lo que se traduce en un aumento de 31%.
Más allá de las fortalezas o deficiencias de las posiciones intrínsecas y financieras, el mercado no ha hecho una distinción entre compañías más sólidas o menos sólidas
explicó Marimon.
¿Y Findep?
Financiera Independencia (Findep) es la empresa que tiene las mejores perspectivas y sus bonos no han resentido el impacto de la crisis que atraviesa el sector, aunque no está exenta de riesgos.
Este mes, Moody’s Investors Service redujo la calificación crediticia de la sociedad, que pasó de ‘B1’ a ‘B2’ con perspectiva negativa. De igual forma bajó la nota de la emisión no garantizada de Findep.
La calificadora destacó los esfuerzos de Findep, que recientemente refinanció un bono internacional por 250 millones de dólares que vence el próximo año, y que tuvo buena aceptación del mercado. No obstante, la empresa se enfrenta a un escenario más retador este año.
Findep atiende a sectores de bajos a medios ingresos y su base de clientes es muy susceptible a la inflación, tasas de interés, al poder de compra y los niveles de desempleo
dijo Marimon.