BlackRock y Vanguard, los administradores de activos más importantes del mundo, tienen algo en común: son los principales accionistas de las empresas con mayor valor de mercado a escala global.
Apple, Alphabet, Microsoft, Amazon, Facebook, Berkshire Hathaway, Johnson & Jonhson, JP Morgan, Wells Fargo y Tencent tienen a BlackRock y Vanguard entre sus principales accionistas.
Ambos fondos estadounidenses dan a sus inversionistas exposición a cualquier región y sector del mundo, a través de instrumentos como fondos de inversión o fondos cotizados en Bolsa (ETFs, por su sigla de inglés).
Los ETF son los instrumentos financieros de mayor crecimiento en la última década ya que tienen la diversificación de un fondo de inversión y la liquidez de una acción.
BlackRock y Vanguard se vuelven inversionistas activos dentro de los mercados accionarios, ayudando a dar mayor liquidez, diferenciales de precios más pequeños y más bursatilidad a las compañías
comentó Fernando Sotres, operador de mercado de dinero en Banorte.
En México, la historia no es muy distinta. Las tres emisoras con mayor peso en el índice S&P/BMV IPC de la Bolsa Mexicana de Valores tienen entre sus principales accionistas a BlackRock y Vanguard.
Al cierre de 2018, BlackRock administraba 5.98 billones de dólares, mientras que Vanguard gestionaba 5.20 billones de dólares a finales de enero. Ambos jugadores, en conjunto, administran el equivalente a 15 veces la economía de México.
El efecto Buffett
Berkshire Hathaway, guiada por Warren Buffett, es otro jugador importante en el mercado bursátil.
Aunque Berkshire no opera tan seguido, como lo hacen BlackRock o Vanguard, “cuando compran y venden acciones lo hacen en grandes cantidades y suelen mover al mercado cuando se hacen públicos sus movimientos; terminan influyendo en la toma de decisión del inversionista”, dijo Ezequiel Quiroz, analista de La Venta Advisors.
Buffett, conocido como el ‘Oráculo de Omaha’, compró sus primeras acciones cuando tenía 11 años.
Hoy, a los 88 años, Buffett es la tercera persona con mayor riqueza del mundo con 82,000 millones de dólares, y uno de los inversionistas más respetados.