El gobierno de Andrés Manuel López Obrador insiste en que la construcción de una refinería en Dos Bocas, Tabasco, sigue en pie a pesar de las advertencias de que sus costos y tiempos de construcción superarán el plan del gobierno federal.

De acuerdo con la secretaria de Energía, Rocío Nahle, la refinería tendrá un costo de entre 6,000 y 8,000 millones de dólares y estará lista en tres años, dijo en entrevista con radiofónica con Luis Cárdenas este lunes.

Sin embargo, un estudio elaborado por el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) concluye que Dos Bocas llevaría un año de estudios técnicos y cuatro años de construcción y costaría 14,740 millones de dólares, según reportó el periódico El Economista, pues el documento no es público, pero se filtró a algunos medios de comunicación.

“(Ese estudio) no tiene fundamento”, dijo AMLO en su conferencia de prensa del 30 de enero.

A pesar de ello, algunos analistas independientes coinciden con las conclusiones de ese documento.

“Todos los que sabemos de ingeniería sabemos que esa planta (Dos Bocas, Tabasco) no jala, que no tiene muchas cosas y no tiene ni permisos”, dijo Gonzalo Monroy, director de la consultoría especializada GMEC. “Esa cifra (calculada por el IMP) es justamente muy similar al número que yo traía”, agregó.

Este martes, al tiempo de publicación de esta nota, el diario Financial Times publicó que la construcción de la refinería Dos Bocas, estaba en pausa, según declaraciones el subsecretario de Hacienda, Alejandro Herrera.

Sin embargo, en su conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador negó que el proyecto estuviera suspendido y aseguró que Pemex tiene 50,000 millones de pesos para la refinería y que es muy probable que se haga el anuncio sobre la licitación el 18 de marzo.

El origen del cálculo

El problema de cálculo en los costos se originó de una visita que hizo el equipo de Andrés Manuel López Obrador a una refinería en Jamnagar, en India, explicó Erick Sánchez, especializa del sector energético y que trabaja para una de las mayores empresas de tecnología de refinación a nivel mundial.

“Esta refinería (en la India) se empezó a construir alrededor de 2009 y a mediados del proceso de construcción deciden hacer una reconfiguración. Y eso es lo que llevó tres años y el presupuesto que ellos estaban considerando era de más o menos 6,000 millones de dólares”, dijo. “De ahí (los ahora funcionarios mexicanos) toman una falsa idea que usan de base de que una refinería podría construirse en tres años y con un presupuesto de ese orden”.

El estatus de la refinación en México

De acuerdo con cálculos compartidos por Ramsés Pech, analista del sector energético, México importa 77% de las gasolinas que se consumen en el país.

Y es que México cada vez procesa menos gasolinas. Según cifras de la Sener, el sistema de refinación nacional opera en promedio a menos de 40% de su capacidad instalada.

Los especializas coinciden en la necesidad de incrementar la actividad de refinación del país. Pero antes de invertir en una nueva, que presionaría las finanzas de la petrolera y la pondría todavía más en el ojo de las agencias calificadoras, todavía hay margen de maniobra y estas son las opciones.

1. Reactivar el proyecto de la refinería de Tula

Si lo que quieren es construir algo nuevo, el presidente puede reactivar el proyecto de Tula, coincidieron Gonzalo Monroy y Erick Sánchez.

El proyecto fue ideado en 2008, durante el mandato de Felipe Calderón. Ahí ya hay estudios de ingeniería, terrenos y, en general un avance mucho mayor, explicaron. Otra ventaja es que ese lugar se encuentra cerca de los lugares de consumo, lo que simplificaría la estrategia logística para transportar el combustible.

2. Comprar una refinería usada en el extranjero

Otra opción es comprar refinerías en Estados Unido o en Aruba (un país autónomo​ insular del Reino de los Países Bajos), explicó Monroy.

“La desventaja es que, si lo que quieres mostrar es progreso, los empleos no se queda en México”, dijo.

México tiene experiencia en refinación de petróleo en el extranjero con el proyecto de la refinería Deer Park en el Estado de Texas, resultado de la alianza de Pemex a través de su filial PMI Norteamérica con la subsidiaria Shell Oil Company, de Shell.

3. Construir refinerías modulares

En Estados Unidos es conocido como Micro-Refining y se refiere, como su nombre lo dice, a refinación a microescala mediante el uso de pequeñas instalaciones o refinerías modulares colocadas al lado de un pozo o bloque. Cada unidad puede procesar entre 20,000 y 40,000 barriles diarios, explicó Erick Sánchez.

El plan de la refinería de Dos Bocas es que tenga capacidad de 300,000 barriles diarios, pero a diferencia de ese proyecto cuyos primeros frutos podrían verse en el mediano o largo plazo, las refinerías modulares le permitirían comenzar a rendir beneficios en un plazo más corto.

“Se pueden construir refinerías modulares a todo lo largo de la costa del Golfo, que es el área más productiva. Y puedes estar produciendo y procesando”, explicó.

Este modelo abriría la puerta a pequeños empresarios puedan unirse para crear una microrefinería y con ello obtener beneficios del proceso de refinación para productores locales y además monetizar a través de la comercialización de combustibles, agregó.

4. Agregar trenes de refinación a las refinerías existentes

Otra opción técnicamente viable es abandonar la refinería Madero, que por su desgaste ya genera más pérdidas que ganancias, y mejor meter otro tren de refinación a Salamanca y otro tren de refinación a Tula, expuso Gonzalo Monroy.

“Esta idea funciona porque ya tienes la infraestructura para llevarles el crudo; segundo, ya tienes las instalaciones y tercero, estás cerca de la demanda”, dijo.

El plan energético de AMLO ya contempla presupuesto para dar mantenimiento a las refinerías existentes y elevar su productividad, pero la propuesta de Monroy consiste en ampliar todavía más su capacidad. “El orden sería, primero, levantar las refinerías y después expandes esos trenes de refinación”, dijo.

Andrés Manuel López Obrador propuso la nueva refinería de Dos Bocas como parte de un plan para reducir las crecientes importaciones de gasolinas.

Dentro de su nuevo plan energético propuso incrementar la producción de crudo, construir una refinería nueva, pero también aumentar la capacidad de refinación del país mediante la modernización de las seis refinerías actuales.

Recientemente, el gobierno federal estableció un plan financiero para apoyar a Pemex, pero en opinión de algunas agencias calificadoras como Standard & Poor’s, persisten los riesgos negativos sobre el desempeño operativo de la empresa por lo que recientemente redujo la perspectiva de la deuda de la petrolera.

*Nota: se ajustó dato de la producción esperada para la refinería de Dos Bocas, Tabasco. El texto original indicaba 300 millones, pero el dato correcto es 300,000 barriles diarios.