Hoy se cumplen cinco años desde que la Bolsa Institucional de Valores (BIVA) entró a competir con la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), que por más de un siglo fue la única en el país.

A pesar de que la bolsa que lidera María Ariza ha realizado una serie de esfuerzos para mejorar las condiciones del mercado bursátil, también se ha topado con trabas que le dificultan alcanzar sus objetivos.

Si bien la participación de BIVA mejoró significativamente en el último año por la entrada en vigor de las reglas de mejor ejecución, aún persiste un claro dominio de la BMV.

En la actualidad, la participación de mercado de BIVA es de 15.88%, mientras que la BMV concentra el 84.12% restante, con datos de los centros bursátiles actualizados al mes de julio.

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Disputas para ganar mercado

BIVA ha tenido que lidiar con la fuerte competencia de la BMV, pero también con disputas con otros participantes del gremio, principalmente las casas de bolsa que operan en el país.

Antes de las modificaciones que acompañaron a la circular de mejor ejecución o de ‘piso parejo’, como la llama María Ariza, la participación de BIVA en el mercado local era de menos de 6%.

Los representantes de las casas de bolsa manifestaron que estos cambios elevaron sus costos operativos y que favorecieron a BIVA, en detrimento de los inversionistas que participan en las operaciones diarias del mercado.

En una entrevista previa con este medio, Ariza defendió que fue una medida necesaria para fomentar la competencia, pues a su parecer el modelo anterior tenía un sesgo a favor de la bolsa que dirige José-Oriol Bosch.

Las autoridades financieras dieron la razón a BIVA; sin embargo, las casas de bolsa han solicitado en meses recientes que se revisen algunos aspectos de la regulación aprobada.

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BIVA incumple con la promesa de hacer un mercado más grande

En 2018, BIVA prometió traer al menos a 50 nuevos jugadores al mercado bursátil en sus primeros años, un escenario muy alejado de la realidad tras cinco años en operación.

Si bien es cierto que la última Oferta Pública Inicial (OPI) en México la hizo la compañía de energía solar Cox Energy en esa bolsa en julio de 2020, el mercado local es cada vez más pequeño.

Las dos bolsas de valores enfrentan un periodo sin precedentes de salidas de empresas que no ven razones para mantener acciones listadas por la poca participación de inversionistas y la casi nula bursatilidad.

BIVA ha empleado diversos programas para promover la cultura bursátil entre los emprendedores mexicanos, quienes por diversas circunstancias no terminan por dar el salto a bolsa.

Para muestra, el centro bursátil anunció con bombo y platillo la OPI de la empresa del sector prendario GlobCash, que inicialmente se llevaría a cabo a principios del año pasado, pero que se ha retrasado sin determinar una fecha concreta.

Fibras dan un respiro a BIVA

Los Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces (Fibras) sostienen la actividad del mercado de capitales.

Este año, Fibra Infraestructura y Energía México (FIBRAeMX) levantó 6,639.6 millones de pesos, con una emisión primaria de certificados bursátiles fiduciarios (CBFIs) en BIVA.

Además de este debut, Agrofibra, Grupo Sordo Madaleno y la Fibra E de Fibra Orión colocaron CBFIs en la misma bolsa entre febrero de 2021 y diciembre de 2022.

Para este año se esperaban los listados de Fibra Eco, Fibra Haus y Fibra Multifamily en BIVA, transacciones que también se han retrasado.

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