Los pedidos de los bonos internacionales de Saudi Aramco superaron los 100,000 millones de dólares, un récord histórico que muestra la confianza del mercado en el gigante petrolero pese a algunas preocupaciones de los inversionistas sobre la influencia del gobierno en la compañía.
La meta inicial de la empresa era vender 10,000 millones de dólares en bonos, pero ahora se espera que Aramco, de propiedad estatal, aumente en más de 10,00 millones de dólares el monto de bonos, que se cotizarán más tarde este martes y se consideran como un indicador del posible interés de los inversionistas en una Oferta Pública Inicial de la compañía saudí.
Antes de que el acuerdo de bonos en seis partes se comercializara ayer, el ministro saudita de Energía, Khalid al-Falih, reveló que las indicaciones iniciales de interés superaban los 30,000 millones de dólares.
La demanda del papel fue la más grande para bonos de los mercados emergentes desde los más de 52,000 millones de dólares registrados para el acuerdo de Qatar de 12,000 millones de dólares el año pasado. También supera los 67,000 millones de dólares de la demanda para la emisión inaugural de Arabia Saudita en 2016.
“Solo en cifras, es un crédito fantástico”, aseguró Damien Buchet, CIO de la estrategia de retorno total de mercados emergentes, Finisterre Capital.
Pero agregó: “La cosa es que son parte de Arabia Saudita, son un brazo del gobierno. Para los inversionistas de capital, esto siempre va a ser un problema, más que para los inversionistas de bonos “.
La relación Aramco-Arabia Saudita
El bono de Aramco ha atraído el interés de una amplia gama de inversionistas, ya que las vastas ganancias del productor de petróleo pondrían su calificación de deuda en la misma liga que las grandes petroleras independientes como ExxonMobil y Shell, si no estuviera restringida por sus enlaces soberanos.
La compañía estatal ha insistido en su independencia al reunirse con los inversionistas antes de la emisión de bonos la semana pasada y afirmó que el gobierno saudí seguía comprometido con el marco de gobierno de Aramco para salvaguardar su independencia incluso cuando los precios del petróleo cayeron.
Pero para algunos inversionistas, el control de Riyadh sobre el gigante petrolero es un problema, ya que su propiedad estatal significa que las decisiones serán en última instancia en beneficio del gobierno en lugar de los inversionistas.
“Aramco es más transparente, tiene métricas crediticias más sólidas y está mejorando su trayectoria (ambiental, social y de gobierno) mientras que el gobierno es más complejo”, explicó el director de inversiones de Global Sukuk y MENA Fixed Income en Franklin Templeton Investments, Mohieddine Kronfol.
“El vínculo entre los dos, sin embargo, es comprensiblemente muy fuerte”, agregó.
No le piden prima
Anteriormente reacio, Aramco abrió por primera vez sus libros para el escrutinio de los inversionistas, demostrando que es la compañía más rentable del mundo. ***Liga nota***
Habiendo obtenido ganancias básicas de 224,000 millones de dólares el año pasado y con 86,000 millones de dólares en flujo de efectivo libre a fines de 2018, Aramco no necesita pedir préstamos.
Las indicaciones iniciales de más de 30,000 millones de dólares de demanda de los inversionistas (antes de que los bonos se vendieran) impulsaron a Aramco a comercializar los billetes casi sin ninguna prima sobre la deuda del gobierno saudí.
“Claramente, están tratando de ponerle precio (con el bono) a las corporaciones AA existentes en este mundo, por lo que la gente está buscando curvas como Shell, Total, Exxon, pero también gigantes de la tecnología como Apple”, indicó Buchet.
La emisión se da ante la adquisición planificada por Aramco de 69,100 millones de dólares de una participación del 70% en la empresa de productos petroquímicos Saudi Basic Industries Corp (SABIC) del fondo de riqueza soberano de Arabia Saudita, un acuerdo que muchos ven como una transferencia de fondos del gobierno destinados a impulsar la agenda económica del príncipe heredero.
“Este bono se está emitiendo por dos razones: para establecer el estado de Aramco como una identidad corporativa independiente y para permitir la transferencia de riqueza fuera de la compañía”, opinó Marcus Chenevix, analista de investigación política global en TS Lombard.
Aramco, sin embargo, dijo que la emisión de bonos no estaba vinculada a la adquisición de SABIC, que se pagará en tramos a través del flujo de caja interno.
Muchos ven el acuerdo como un ejercicio de construcción de relaciones con inversionistas internacionales antes de su Oferta Pública Inicial planificada, programada para el año pasado y luego pospuesta para 2021.
Los bonos se dividen en tramos de tres, cinco, 10, 20 y 30 años. La oferta también incluye un bono de tasa flotante de tres años.
Aramco ha contratado a Lazard como asesor financiero para el acuerdo de bonos. JPMorgan, Morgan Stanley, HSBC, Citi, Goldman Sachs y National Commercial Bank han sido elegidos para organizar la emisión.
Con información de Reuters