Los especuladores del peso mexicano en la Bolsa de Chicago disminuyeron posiciones a favor de la divisa en la semana del 16 de abril. Sin embargo, las apuestas por su apreciación continúan en máximos de 2020

Luego de cuatro semanas de incrementos, las posiciones netas especulativas del peso mexicano totalizaron en 127,700 contratos netos largos no comerciales, equivalentes a una contracción de 12,000 contratos netos de la semana previa. Cada contrato por 500,000 pesos, de acuerdo con datos del Chicago Mercantil Exchange (CME). 

La contracción reportada continúa en máximos observados en marzo de 2020. 

Siguen cargadísimas por la apreciación de la moneda. Estos ajustes negativos no necesariamente implican un cambio de tendencia ni mucho menos

dijo el subdirector de análisis económico y financiero en CiBanco, James Salazar. 

Los datos reportados consideran la semana del 10 al 16 de abril cuando el mercado se mantenía atento a la publicación de la inflación en Estados Unidos y, con ello, el rumbo de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed).

El estratega explicó que “son movimientos propios por cuestiones técnicas” o por algunas dudas que puedan generarse en el mercado como la situación geopolítica o sobre las decisiones del banco central estadounidense. 

“Aún se mantienen en un terreno muy sesgadas en un peso fuerte o en la apreciación de la moneda”, explicó el estratega. 

Peso mexicano puede ser presionado por la volatilidad

La volatilidad del peso mexicano también se había mantenido en bajos niveles a principios de abril; sin embargo, se ha observado un rebote a niveles no observados en octubre del año pasado. De acuerdo con datos de Bloomberg, la volatilidad implícita a un mes pasó a 13% desde el 7.4%. 

La semana pasada, la moneda local rompió el techo de las 18 unidades ante una ola de incertidumbre luego de que misiles israelíes atacaran zonas nucleares de Irán. Horas más tarde, la divisa logró recortar pérdidas; sin embargo, la volatilidad prendió algunas alertas de los analistas.

“Logró reducir el movimiento rápidamente, aunque se mantiene por arriba del psicológico de 17.00 por dólar”, mencionaron analistas de Banorte en una nota.

Una escalada de ataques genera un rebalanceo en los portafolios de inversión por activos de refugio y, con ello, una contracción en el tipo de cambio. Este movimiento generó que el peso mexicano se posicionara como la segunda moneda con peor desempeño de las divisas emergentes. 

El elemento que benefició podrá presionar a la moneda mexicana

El peso mexicano se ha visto beneficiado por el incremento en la tasa de interés de Banxico donde mantiene una brecha de 500 puntos base con respecto al referencial estadounidense; el ingreso de dólares al país a través de Inversión Extranjera Directa y por las ‘benditas’ remesas; sin embargo, existe un elemento más: escasa o baja volatilidad en el mercado. 

Salazar explicó que la volatilidad se presionó al alza paulatinamente y es justamente este incremento que puede traer afectaciones a la moneda local. 

¿Presiones inflacionarias?

En México, la apreciación del peso mexicano también ha beneficiado a que la inflación se encamine a los niveles objetivo de Banco de México (Banxico).

Aunque la volatilidad puede volver a presionar al peso mexicano, la Gobernadora del Banxico, Victoria Rodríguez, dijo a Bloomberg que la reciente volatilidad registrada por los temores de una escalada en los conflictos en Medio Oriente no es una preocupación para presionar al alza la inflación. 

“El efecto que vimos en los últimos días se revirtió rápidamente. No lo vemos como un factor que esté teniendo un impacto importante”, dijo al medio estadounidense un día después de la 87 Convención Bancaria en Acapulco. 

En marzo, el Índice Nacional de Precios al Consumidor mostró un alza a 4.42% desde el 4.40% reportado el mes previo, de acuerdo con cifras desestacionalizadas del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi). 

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