El tipo de cambio es una de las variables más difíciles de predecir y las empresas pueden llegar a resentir los movimientos abruptos del peso frente a otras monedas, como el dólar; para protegerse, utilizan los instrumentos derivados o las coberturas, pero ¿realmente son útiles?

El peso depende de diversos factores que afectan su comportamiento. “El 95% de las operaciones entre el peso y el dólar son de especulación, no son de la parte real de la economía. Esto hace que la moneda mexicana sea sensible a cualquier a evento dentro y fuera del país”, dijo Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base.

Desde mediados de diciembre, el peso se ha apreciado 4.40% frente al dólar, alejándose de los niveles de 20 pesos por dólar; este lunes cerró con una cotización interbancaria de 19.18 pesos por billete verde.

En este escenario, las empresas pueden aprovechar la contratación de coberturas cambiarias o derivados para protegerse de la volatilidad; sin embargo, tienen que tomar en cuenta el elevado nivel de la tasa de interés local.

Si tienes que pagar a proveedores, en una fecha determinada, y el tipo de cambio se te hace atractivo en este momento, te convendría (contratar) un futuro

Jacobo Rodríguez, director de Análisis Financiero de Black Wallstreet Capital.

No obstante, cada empresa tiene necesidades diferentes; su parte financiera debe ser lo suficientemente disciplinada para cubrir sus necesidades y ver cuál es el instrumento que más le conviene.

Una de las empresas mexicana que es conocida por contratar derivados es Industrias Peñoles. En el 2017, la minera de la familia Baillères informó que las operaciones de cobertura de precios de los metales y tipos de cambio le generaron un costo de oportunidad de 826 millones de pesos.

Otro factor a considerar es que actualmente contratar alguna cobertura cambiaria puede ser elevada debido a las altas tasas de interés que se tiene en México (8.25%) pero no es más que el precio del dinero, dijo Siller.

En México hay dos formas de contratar derivados. La primera es a través del Mercado Mexicano de Derivados (Mexder), que tiene una cámara de compensación –la cual no responde por cada operación– y usa contratos estandarizados.

La otra es por medio de operaciones OTC (Over the Counter) que es un acuerdo entre particulares, sin cámara de compensación, pero con la facilidad que los contratos se acoplan a las necesidades del cliente.

Dentro de cada mercado, existen diferentes clases de coberturas que se acoplan a las distintas necesidades de las empresas. Por ejemplo, dentro del Mexder existen los futuros con los que se asegura un precio fijo del dólar, para una fecha establecida.

En el OTC, además de los forwards que tiene las mismas características de los futuros, están las opciones donde, a cambio una prima se tiene el derecho –pero no la obligación–, de compra o venta a un precio determinado.

Si no tienes una fecha definida para utilizar dólares y no está claro qué rumbo puede tomar el tipo de cambio, pero los niveles actuales de tipo de cambio son atractivos, te conviene contratar una opción”, comentó Rodríguez.

Con el correcto uso de derivados se puede asegurar el tipo de cambio, permitiendo tener certidumbre financiera en una empresa

Alfonso García Araneda, director general de Gamaa Derivados

La volatilidad del tipo de cambio, además de tener impacto en indicadores económicos como la inflación, puede meter en problemas a una empresa que tenga exposición a moneda extranjera –como el dólar– ya sea con la compra de insumos o pago a proveedores.

En el 2018, el tipo de cambio interbancario se desplazó hasta 15% entre su punto más bajo y más elevado del año; cotizó entre 17.9940 y 20.8290 pesos por dólar.