Nota del editor: Este texto se publicó por primera vez en 18 de mayo a las 10:23 a.m. y se actualiza con el cierre de los mercados

Las acciones de la farmacéutica estadounidense Moderna cerraron en un máximo histórico este lunes, luego de que su vacuna experimental contra el COVID-19 mostró resultados prometedores en sus estudios iniciales.

Los títulos de la compañía avanzaron 19.85% en la bolsa de Nueva York, a 79.93 dólares, un precio récord y su mejor desempeño desde el 11 de mayo.

En lo que va del año, el valor de mercado de la farmacéutica ha incrementado 308%. 

Desde febrero, Moderna, junto con otras firmas de la industria farmacéutica, se encuentran desarrollando una vacuna contra el coronavirus, que hasta este lunes ha infectado a 4.7 millones de personas a escala global, de acuerdo con datos de la Universidad Johns Hopkins.

La vacuna de Moderna logró la etiqueta de “vía rápida” de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) para acelerar la revisión regulatoria la semana pasada.

Este lunes, la compañía anunció resultados positivos provisionales de un ensayo clínico aplicado a un grupo reducido de voluntarios.

Los 45 participantes del estudio recibieron dosis diferentes de la vacuna y Moderna dijo que observó un aumento dependiente de la dosis en la inmunogenicidad, es decir, la capacidad de provocar una respuesta inmune en el cuerpo.

Ocho pacientes que recibieron la vacuna de Moderna mostraron niveles de anticuerpos similares a los obtenidos en muestras de sangre de personas que se recuperaron del COVID-19, de acuerdo a los resultados del estudio realizado por los Institutos Nacionales de Salud.

Estamos invirtiendo para escalar la fabricación y maximizar el número de dosis que podemos producir para ayudar a proteger a la mayor cantidad de gente del SARS-CoV-2

dijo el CEO de la compañía, Stéphane Bancel.

En los ensayos, una persona experimentó un enrojecimiento en la zona de la inyección, calificado como un efecto secundario de grado 3, aunque no se reportaron efectos secundarios graves.

La compañía tiene firmados acuerdos con el fabricante de fármacos suizo Lonza Group AG y con el gobierno de Estados Unidos para producir cantidades masivas de su vacuna.

Hasta el momento, no existe una vacuna aprobada para tratar el COVID-19 y algunos expertos señalan que su desarrollo podría tardar entre 12 y 18 meses. Moderna espera realizar un ensayo con una muestra más grande en julio.

A inicios de mayo, el tratamiento de remdesivir desarrollado por Gilead Sciences recibió la aprobación de la FDA para su uso de emergencia contra el coronavirus. 

La farmacéutica francesa Sanofi, que ha acelerado los ensayos de su vacuna experimental este mes, dijo la semana pasada que, en caso de desarrollarla, dará prioridad a Estados Unidos, el epicentro de la pandemia.

Con información de Reuters