El secretario jefe del gabinete japonés, Yoshihide Suga, un colaborador leal del primer ministro saliente Shinzo Abe, obtuvo este lunes una victoria contundente en la elección interna del Partido Liberal Demócrata (PLD), allanando el camino para el primer cambio en el gobernante nacional del país en casi ocho años.
Es prácticamente seguro que Suga sea elegido primer ministro de Japón en la votación parlamentaria del miércoles debido a la mayoría del PLD en la Cámara baja. El político cumplirá el mandato de Abe como líder del partido hasta septiembre de 2021.
Suga, de 71 años y que ha prometido continuar con las principales políticas de Abe, dijo que su gran triunfo le dará respaldo para cumplir sus objetivos reformistas -incluida la desregulación y la ruptura de los compartimentos burocráticos- y que contener el coronavirus y revivir la economía son condiciones antes de convocar una elección general adelantada.
“El gran apoyo numérico que logré hoy asegura un ambiente para avanzar en mi agenda política de forma estable”, sostuvo Suga en una conferencia de prensa.
Suga obtuvo 377 de los 534 votos emitidos (de 535 posibles) por los parlamentarios y los representantes de las 47 prefecturas locales para elegir el liderazgo del PLD. Sus rivales, el exministro de Defensa Shigeru Ishiba y el exministro de Relaciones Exteriores Fumio Kishida, consiguieron 68 y 89 votos, respectivamente.
El PLD evitó realizar una votación más amplia que incluyera a las bases de la formación y que, según los responsables, habría sido demasiado larga de organizar.
Este formato reducido otorgó una ventaja de peso a Suga, al que sectores clave del partido ven como un sinónimo de estabilidad y de continuación de la política de Abe.
Cercanía con Abe
Considerado durante mucho tiempo como sucesor potencial de Abe, Suga, seis años mayor que él, siempre negó tener ambiciones pero dio el paso cuando su líder anunció en agosto que dejará el cargo por motivos de salud.
Suga sirvió y asesoró fielmente a Abe durante años. En particular tuvo un papel decisivo en su regreso al poder en 2012, tras el fracaso de su primer mandato como primer ministro en 2006-2007.
Abe lo recompensó nombrándole secretario general del gobierno, un puesto estratégico.
Suga asumió el papel de coordinador de políticas entre los ministerios y las numerosas agencias estatales y se ganó una reputación de buen estratega.
Abe, de 65 años, que batió récords de duración en el cargo de primer ministro (más de ocho años en dos mandatos), dio su “apoyo total” a Suga, a quien vio “trabajar de manera dura y discreta por la nación y el pueblo” en su anterior cargo.
“Construyamos un Japón que brille y supere la crisis del coronavirus” con Suga como líder, dijo.
Había muchas especulaciones por la posibilidad de que Suga convocara una elección para la Cámara baja del Parlamento el próximo mes para mejorar sus posibilidades de lograr un mandato pleno de tres años como líder del PLD el próximo año. La votación está prevista para fines de octubre de 2021.
No obstante, el lunes sonó cauto. “Lo importante ahora es contener la pandemia y revivir la economía. No creo que podamos (disolver la Cámara baja) de inmediato solo porque se contenga la pandemia. Esa decisión debe tomarse atendiendo de forma amplia a varios factores”, dijo.
Experiencia y continuidad
Hijo de un agricultor de fresas y de una maestra de la región de Akita, Suga financió sus estudios en Tokio realizando trabajos ocasionales, en una fábrica de cartón o en un mercado de pescado de la capital, según su web oficial.
Estudió derecho y enseguida se dedicó a la política, primero como asistente parlamentario de un político de Yokohama. A los 28 años fue elegido miembro del consejo municipal de esta ciudad, cercana a Tokio. En 1996 obtuvo un escaño como diputado por Yokohama, que todavía ocupa.
Sus orígenes rurales, que siempre evoca en sus discursos, son una excepción dentro del PLD, dominado por herederos de grandes familias políticas.
Su imagen pública, más bien discreta, se reforzó el año pasado cuando dio a conocer el nombre de la nueva era imperial de Japón ante todo el país. Desde entonces se le conoce afectuosamente como “tío Reiwa”.
Pero sigue siendo un hombre de imagen rígida. “El señor Suga puede implementar políticas controlando a los burócratas pero le cuesta ganarse los corazones”, según Makoto Iokibe, un politólogo de la universidad de Hyogo.
Con información de Reuters y AFP