Mientras los demócratas y los republicanos establecen conversaciones sobre si el techo de deuda del gobierno de Estados Unidos de 31.4 billones de dólares será o no incrementado, los bancos y administradores de activos de Wall Street ya se están preparando para las consecuencias de un posible incumplimiento.
Si bien es cierto que esta no es la primera ocasión que la industria financiera se prepara para una crisis —lo hizo recientemente en septiembre de 2021—, es el tiempo relativamente corto con el que se cuenta, lo que mantiene nerviosos a los banqueros.
La CEO de Citigroup, Jane Fraser, dijo que el debate actual sobre el techo de deuda es “más preocupante” que los anteriores. Por su parte, el director ejecutivo de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, indicó que el banco está convocando reuniones semanales sobre las implicaciones.
Aunque es complicado predecir las implicaciones de un incumplimiento, los ejecutivos esperan una volatilidad masiva en los mercados de acciones, deuda y otros. También habría afectaciones en la capacidad de negociar dentro y fuera de las posiciones del Tesoro en el mercado secundario.
Incluso un breve incumplimiento podría acarrear un aumento a la tasa de interés, caída en el precio de las acciones de incumplimiento de convenios en la documentación del préstamo y acuerdos de aplazamiento.
De acuerdo con Moody’s Analytics, los mercados de financiación a corto plazo también se podrían congelar.
Preparativos de Wall Street
Entre las principales acciones para manejar la situación, se encuentran el asegurar tecnología, contar con la capacidad de personal y efectivo para manejar grandes volúmenes de negociación, además de comprobar el impacto potencial en los contratos con los clientes.
Por su parte, los grandes inversionistas en bonos han advertido que mantener altos niveles de liquidez era importante para resistir posibles movimientos violentos de los precios de los activos y para evitar la venta en el peor momento posible.
Respecto a los escenarios contemplados ante el posible incumplimiento, se espera que el Tesoro busque ganar tiempo para pagar a los acreedores de bonos anunciando antes de un pago que renovaría esos valores que vencen, extendiéndose un día a la vez.
Lo anterior, permitiría que el mercado siga funcionando, pero es probable que no se acumulen intereses por el pago retrasado.
En el escenario más disruptivo, el Tesoro deja de pagar tanto el capital como el cupón, y no extiende los vencimientos. Los bonos no pagados ya no podrían negociarse y ya no serían transferibles en el Servicio de Valores de Fedwire, que se utiliza para mantener, transferir y liquidar bonos del Tesoro.
Es difícil porque esto no tiene precedentes, pero todo lo que estamos tratando de hacer es asegurarnos de desarrollar un plan con nuestros miembros para ayudarlos a navegar a través de lo que sería una situación disruptiva
dijo Rob Toomey, director gerente y asesor general asociado de SIFMA.
Además, en anteriores enfrentamientos por el techo de la deuda, en 2011 y 2013, el personal de la Fed y los formuladores de políticas desarrollaron un libro de jugadas que probablemente proporcionará un punto de partida, siendo la eliminación de los valores en incumplimiento del mercado por completo el último y más sensible paso.
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Con información de Reuters