El presidente Donald Trump arremetió este lunes contra sus opositores demócratas por llevar a cabo procedimientos de juicio político, mientras asiste a una cumbre de la OTAN en Europa, y rechazó participar en lo que llamó “un engaño”.

Es una vergüenza absoluta lo que le están haciendo a nuestro país,

dijo el mandatario de Estados Unidos.

El republicano se refirió al proceso en el Congreso con miras a su destitución, “que, para empezar, es un engaño”.

“Estamos luchando por el pueblo estadounidense”, recalcó al partir de la Casa Blanca para la cumbre que marca el 70 aniversario de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Londres.

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Después de dos meses de investigación, la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, comienza el miércoles el debate legal para saber si los hechos alegados contra el presidente son lo suficientemente graves como para justificar un juicio político.

Si bien Trump viene diciendo desde hace semanas que todo el procedimiento es una “caza de brujas”, o incluso un intento de golpe de Estado, el presidente estaba particularmente enojado este lunes porque los “demócratas radicales de izquierda” organicen una audiencia pública cuando él estará fuera del país para una cita “arreglada hace un año”.

Este es uno de los viajes más importantes que hacemos los presidentes,

dijo Trump sobre la cumbre de la OTAN.

Trump es señalado por sus opositores de abusar de su cargo al retener ayuda militar estadounidense a Ucrania para presionar a Kiev a abrir una investigación de corrupción contra uno de sus rivales electorales de 2020, el exvicepresidente demócrata Joe Biden.

El multimillonario republicano aseguró estar en su derecho al plantear un posible caso de “corrupción” por parte de Biden, cuyo hijo Hunter integraba la directiva de una empresa de gas ucraniana, y jura no haber ejercido ninguna presión sobre Kiev.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, negó de nuevo cualquier acuerdo de “toma y daca” con Trump por esta ayuda militar, en una entrevista publicada este lunes por varios medios internacionales, entre ellos Time, Le Monde y Der Spiegel.

Trump consideró que eso debería ser suficiente para probar su inocencia. “Si los demócratas radicales de izquierda estuvieran cuerdos, que no lo están, ¡se acabaría el caso!”, tuiteó.

“Pero esto nunca terminará”, dijo luego a periodistas.

Audiencia de expertos el miércoles

La pesquisa en el Congreso para un eventual juicio político de Trump se inició el 24 de septiembre con audiencias a puertas cerradas en tres comités de la Cámara baja.

A mediados de noviembre el proceso pasó a la fase pública, en las que varios testigos proporcionaron elementos inconvenientes para el presidente al Comité de Inteligencia.

Controlado por los demócratas, ese comité debería aprobar, en una votación el martes, su informe para luego trasmitirlo al Comité Judicial.

También dominado por los demócratas, es este comité el que tomará las riendas del procedimiento de juicio político con la organización el miércoles de la audiencia de especialistas en derecho constitucional.

El Comité Judicial había invitado a Trump a “participar”, ya sea en persona o a través de sus abogados o haciendo preguntas escritas a los testigos.

Pero la Casa Blanca respondió el domingo por la noche que no se presentaría, aunque no descartó la posibilidad de participar más adelante si el procedimiento se volviera “justo”. Los demócratas le dieron hasta el viernes para decidir.

Este comité tendrá que determinar si los hechos alegados contra Trump están dentro de los posibles motivos de destitución citados en la Constitución de Estados Unidos, que son actos de “traición, corrupción u otros crímenes y delitos mayores”.

Sus miembros podrían considerar cuatro cargos: abuso de poder, corrupción, obstrucción del Congreso y obstrucción de la justicia.

Los republicanos, en su vasta mayoría aún leales a Trump, parecen dispuestos a rechazarlos todos.

Una vez redactados, los cargos de acusación se someterán a votación en el pleno de la Cámara, tal vez antes de Navidad.

Dada la mayoría demócrata en la Cámara baja, se espera que Trump ingrese a los libros de historia como el tercer presidente de Estados Unidos sometido a un juicio político. Pero su destitución es improbable, porque el encargado de juzgar a Trump será el Senado, controlado por los republicanos y donde la mayoría por el momento apoya al mandatario.

Trump va a Londres en plena campaña y tras ataque terrorista

El carácter imprevisible del presidente hace temer el efecto de su visita en Londres en plena campaña electoral y tres días después de un ataque terrorista en la capital.

Trump llegará al aeropuerto londinense de Stansted para participar el martes y el miércoles en una cumbre con motivo del 70 aniversario de la Alianza Atlántica, que incluirá una recepción con la reina Isabel II en el Palacio de Buckingham.

La monarca estará acompañada por el príncipe de Gales, Carlos, y su esposa Camila y otros miembros de la familia real como Catalina, la mujer del príncipe Guillermo.

En la lista de invitados no figuran sin embargo el príncipe Enrique y Meghan, enzarzados en una batalla judicial contra varios diarios a los que acusan de violar su vida privada.

Ni el príncipe Andrés, quien tuvo que dimitir de sus funciones oficiales tras el escándalo por su relación con el financiero estadounidense Jeffrey Epstein, acusado de violación a menores y que fue hallado muerto en la cárcel en agosto.

Trump no ha acallado en el pasado sus críticas a la OTAN, en la que considera que Estados Unidos contribuye demasiado y otros países demasiado poco, ni su defensa de un Brexit duro o su predilección por el primer ministro británico Boris Johnson.

Pero a una semana y media de las elecciones legislativas del 12 de diciembre todas sus declaraciones serán escrutadas al detalle.

Con información de AFP y Reuters