El 2020 será un año importante para el planeta: se trata del primer corte de caja después de la firma del Acuerdo de París, en la que los miembros de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático se reunirán para revisar los avances conseguidos y, si António Guterres logra la unidad entre los miembros, establecer metas más ambiciosas con miras a 2030.
El año estará marcado por tres fechas que podrían decidir la postura a futuro de algunos de los actores más importantes, las acciones a realizar en el corto plazo y, eventualmente, el desenlace de la crisis climática.
1.- Asia Pacific Climate Week (fecha por confirmar)
La semana climática de Asia se realizará, seguramente, en el mes de septiembre: un par de semanas antes de la reunión de todos los miembros de las Naciones Unidas.
Las metas y compromisos acordados durante esta semana tendrán un importante peso específico en la capacidad del planeta de disminuir el total de sus emisiones, debido a que contará con la presencia de dos de los países más contaminantes del mundo: China e India.
Las dos economías asiáticas continúan experimentando un crecimiento poblacional más rápido que el del resto del mundo, por lo que han intentado impulsar sus respectivas industrias nacionales aunque esto dependa de combustibles fósiles.
La mala calidad del aire en China no es un problema nuevo, y es bien conocido a nivel internacional. Este año, India fue víctima del mismo problema, al reportar índices preocupantes de contaminación en Nueva Delhi.
Un compromiso por parte de ambas economías representaría un paso importante para las metas mundiales, ya que India y China representan el 36% de las emisiones totales del planeta, de acuerdo con la Agencia Internacional de Energía.
2.- Elección Estadounidense (y el día siguiente)
La elección presidencial de Estados Unidos será seguida por múltiples razones alrededor del mundo, pero la crisis climática tal vez sea una de las más críticas.
El pasado noviembre, Donald Trump anunció que su país saldría del Acuerdo de París. El anuncio vino el primer día permitido por la normatividad, y la salida definitiva podría darse el 4 de noviembre de 2020: un día después de la elección. Todos los precandidatos por el partido demócrata han revelado que, en caso de resultar ganadores, impedirían esta salida.
Estados Unidos representa el 16% de las emisiones mundiales, lo que lo convierte en el segundo país más contaminante del planeta. Ante la falta de una estricta normativa ambiental en el país norteamericano, los gobiernos estatales han intentado llenar el hueco mediante medidas propias, sin embargo, la falta de cohesión en estas medidas hace que sea imposible suplir una legislatura federal en línea con las metas globales.
3.- Conferencia de Cambio Climático de las Naciones Unidas
La reunión anual del organismo internacional del 9 al 19 de noviembre será una prueba de fuego para la credibilidad de las metas mundiales. El secretario general, António Guterres, ha hecho llamados a los líderes y representantes para anunciar metas más ambiciosas, pero las dificultades para obtener avances con las metas actuales se presenta como el obstáculo más importante.
Se trata de un avance importante porque la única forma de conseguir el impacto requerido es la cooperación entre gobiernos y privados, dijo Arturo Carranza, analista del sector.
“Hasta ahora hemos visto voluntad de privados y de la oposición en Estados Unidos, pero el gobierno parece alejarse del objetivo. En Europa ya hay un esfuerzo conjunto”.
El Europe Green Deal representa un avance enaltecedor, pero Europa representa menos del 9% del total de emisiones, y la dificultad para generar compromisos de parte de los países más contaminantes podría poner en peligro la meta de mantener el calentamiento global por debajo de los 2ºC.
El año 2030 ha sido señalado por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU como la fecha límite para realizar los cambios necesarios e impedir que la crisis climática se vuelva catastrófica.
Diversos modelos creados por empresas privadas muestran que el planeta está atrasado en sus metas a 2020, por lo que un cambio de dirección durante los próximos 12 meses podría ser la diferencia entre el éxito y el fracaso de la humanidad en el combate al cambio climático.