S&P Global Ratings retiró este viernes el default selectivo en que había puesto a la deuda soberana argentina el día anterior, luego de que entraron en vigencia nuevas condiciones para papeles de corto plazo a los que el gobierno había extendido unilateralmente el plazo.
La medida deja la calificación de largo plazo de la deuda soberana en “CCC-“, muy cerca del impago, y la de corto plazo en “C”.
Un portavoz del gobierno argentino había adelantado que el cambio de calificación sería momentáneo hasta la publicación de un nuevo cronograma de pago de obligaciones.
El aplazamiento del pago constituía un incumplimiento de pagos, razón por la cual la agencia fijó su postura.
La decisión de Argentina preveía extender los vencimientos de deuda privada con el FMI por unos 100,000 millones de dólares, lo cual requerirá acuerdos con el organismo multilateral, el Congreso y los bancos.
El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, había destacado que el plan apuntaba solo a prolongar los plazos y no implicaba pérdidas para los inversionistas.
No obstante, la iniciativa estaba rodeada de interrogantes ante la experiencia de otras tortuosas renegociaciones de deuda argentina en el pasado reciente.
Seguimos siendo cautelosos. Si bien creemos que se han abordado las necesidades de financiamiento a corto plazo, la incertidumbre política sigue siendo alta,
dijo el banco Citi en un informe.
El 16 de agosto, la agencia Fitch redujo la calificación de Argentina a CCC desde B, resultado de la incertidumbre política tras las elecciones primarias donde perdió Macri frente a Alberto Fernández.
FMI en proceso de analizar medidas de aplazamiento
El miércoles, el FMI indicó que estaba en proceso de analizar las medidas anunciadas y evaluar su impacto.
El nuevo perfil (de vencimientos de la deuda) ya estaba en los precios. Espero que el FMI apoye la decisión, sobre todo porque el FMI ya está completamente involucrado aquí,
dijo el estratega jefe de mercados emergentes de XP Investments en Nueva York, Alberto Bernal.
“Hasta donde yo entiendo, esta transacción no desencadena CDS (pagos de seguros de default), pero obligará a las agencias calificadoras a declarar que Argentina está nuevamente en default selectivo”, agregó.
En 2001, Argentina protagonizó uno de los mayores incumplimientos de la historia por más de 100,000 millones de dólares.
En 2016, Macri acordó el pago de más de 9,000 millones de dólares a acreedores que rechazaron las reestructuraciones de deuda de 2005 y 2010.
Con información de Reuters