En diferentes países han aprobado impuestos a productos nocivos para la salud, como los cigarros, el alcohol y las frituras, pero ahora se discute un mayor gravamen a la carne roja en Alemania.
En el país europeo la carne se grava con 7% de IVA reducido, y hay una propuesta de elevarlo a 19%.
Políticos argumentan que el aumento del impuesto disminuiría el consumo del producto en el país, y así mejoraría el bienestar animal y el medio ambiente.
Estoy a favor de abolir la reducción del IVA para la carne y destinarla a un mayor bienestar animal,
dijo el portavoz de la política agrícola del Partido Verde, Friedrich Ostendorf, citado por el medio Vox.
Además de Alemania, Dinamarca y Suecia también consideran tomar esa medida.
Un informe de las Naciones Unidas indica que en la lucha contra el cambio climático se requiere de cambios radicales en la forma en que se usa la tierra y se cultivan alimentos.
Los legisladores que apoyan el aumento del IVA apuntan a Estados Unidos, que, junto con Australia, encabezan las listas de la mayoría del consumo de carne per cápita por año.
Algunos activistas estadounidenses (PETA , por ejemplo) hacen campaña por el impuesto, de acuerdo con el medio.
No obstante, el camino para aprobar el aumento en el IVA es complejo, pues el consumo de la carne se ha entrelazado a la identidad de los alemanes, quienes consumen en promedio 90 kilos al año.
“La persona que come 181 kilos de carne animal cada año está dañando el medio ambiente para otros, por lo que se podría implementar un impuesto a la carne como una cuestión de protección de la libertad personal”, escribió el médico James Hamblin en The Atlantic.
Afectaciones de un posible aumento
Ante un alza del impuesto a la carne, ganaderos se verían perjudicados por pérdidas en sus ventas, a la vez que personas con bajos ingresos tendrían que pagar más.
Para disminuir el potencial efecto negativo en los productores, los gobiernos podrían usar parte de la recaudación para compensarlos por las pérdidas o ayudarlos a adaptarse a las nuevas modalidades de consumo.
Los ingresos fiscales adicionales deberían usarse para apoyar a los ganaderos para ayudarlos a reestructurarse,
fue una de las propuestas de Albert Stegemann, portavoz de agricultura del partido Unión Demócrata, de la canciller Angela Merkel.
Un documento de la Oficina Nacional de Investigación Económica explora el proceso de calcular un impuesto óptimo, que evite dañar desproporcionadamente a los consumidores de bajos ingresos.
Con información de Vox