El gasoducto Nord Stream 2 será concluido por Rusia, sin participación de empresas europeas, debido a las amenazas de Estados Unidos de aplicar sanciones a las firmas que participen en el proyecto, informó este martes Gazprom, la compañía gasística del estado ruso.
En diciembre del año pasado, Donald Trump impuso sanciones a las compañías involucradas en la construcción del gasoducto como parte de un esfuerzo por castigar a Rusia tras su presunta intromisión en las elecciones de 2016.
Además de Gazprom, cinco compañías energéticas de países de la Unión Europea pagan la construcción del Nord Stream 2, comenzada en 2018 como una extensión del Nord Stream para llevar gas natural ruso a Alemania.
La firma suiza Allseas, encargada de instalar las tuberías, así como Engie, OMV, Royal Dutch Shell, Uniper y Wintershall, las principales inversionistas, dejaron de trabajar en el proyecto después de las amenazas de Estados Unidos.
Trump advirtió que la construcción del gasoducto aumentará la dependencia de los europeos del gas ruso.
La Unión Europea también ha manifestado que la dependencia del gas ruso puede incidir en la falta de competencia dentro del mercado de energía y afectar la exploración de nuevos gasoductos, incluida una ruta planificada entre Noruega y Polonia a través de Dinamarca.
Los especialistas más críticos con la construcción del Nord Stream 2 aseguran que el gasoducto está diseñado para redirigir los suministros de gas a Europa que actualmente se envían a través de Ucrania, lo que reduce los ingresos de tránsito de Kiev.
En 2011, el otrora presidente de Rusia, Dmitry Medvedev, se reunió con líderes de la Unión Europea, como Angela Merkel, para inaugurar el Nord Stream, un gasoducto de 1,222 kilómetros de extensión que corre de Vyborg, Rusia a Greifswald, Alemania.
El Nord Stream 2, que de acuerdo con el presidente Vladimir Putin se terminará de construir en 2021, permitirá que se duplique el suministro directo de gas natural ruso hacia Europa Occidental a través del mar Báltico para llegar a Alemania.
La construcción, que ha avanzado 94% según Gazprom, está en línea con otros dos proyectos energéticos del Kremlin: el Atai, un gasoducto de 2,800 kilómetros a China inaugurado en diciembre, y el Turkstream, que correrá a Turquía en una extensión de 930 kilómetros.
Con información de AFP