Reino Unido quiere compromisos vinculantes de la Unión Europea respecto al acceso al mercado financiero para evitar que la industria del país quede aislada del bloque repentinamente, una petición que Bruselas rechazó, dijeron representantes y diplomáticos de la UE.
Reino Unido dejó la UE en enero de 2020 y el período de transición termina en diciembre, pese a que solicitaron una extensión más debido a la incertidumbre provocada por la pandemia de COVID-19.
Este periodo de transición impide a Londres cerrar acuerdos comerciales con terceros países como Estados Unidos, con el que inició una negociación el 5 de mayo.
Aunque el objetivo inicial de este periodo fue evitar un daño a la economía provocado por una separación abrupta, la irrupción de la crisis del coronavirus y la presentida recesión en 2020 representa un nuevo argumento para Londres.
Con el fin de la transición, el futuro acceso de bancos, aseguradoras y gestores de activos se basará en la “equivalencia”, una forma limitada de acceso utilizada por Estados Unidos, Japón y Singapur.
Bruselas concede acceso al mercado a cualquier “tercer país” si considera que sus normas son equivalentes o tan sólidas como las de la UE.
Sin embargo, Reino Unido y el gobierno de Boris Johnson quieren un trato especial para asegurar que su industria financiera tenga un acceso más predecible a la UE, que es el mayor mercado de exportación de servicios financieros de Reino Unido, con un valor aproximado de 26,000 millones de libras (32.580 millones de dólares) anuales.
“Reino Unido busca cogestionar las decisiones de equivalencia financiera”, dijo un diplomático de la UE el martes.
“Quieren un proceso de consulta incorporado para que la revocación unilateral de cualquier licencia no sea tan fácil como lo es actualmente para terceros países”, dijo esta fuente.
La Comisión Europea, que negocia con Reino Unido en nombre de los 27 países de la UE, ha rechazado la idea, según dicha fuente.
Otra fuente de la UE dijo que Reino Unido quería “procedimientos conjuntos vinculantes para retirar la equivalencia”.
Las conversaciones comerciales entre Reino Unido y la UE han continuado esta semana con choques sobre los derechos de pesca, una industria que emplea a unas 8.000 personas