Silvina Batakis llega al frente del Ministerio de Economía de Argentina en plena crisis, con una inflación superior al 60%, un alto déficit fiscal, crecientes temores de incumplimiento de la deuda y un peso que anticipa una devaluación.

De acuerdo con Reuters, es probable que la economista heterodoxa, o poco ortodoxa, de 53 años aporte un nuevo estilo al cargo de ministra de Economía, después de que el economista Martín Guzmán renunció de manera abrupta luego de enfrentamientos con el ala militante de la coalición gobernante.

Batakis, nacida en la región de Tierra del Fuego, fue ministra de Economía de la provincia más grande y rica de Argentina, Buenos Aires, entre 2011 y 2015 bajo el entonces gobernador Daniel Scioli, quien ahora es ministro de Producción Nacional. En su último trabajo, fue alta funcionaria del Ministerio del Interior.

La licenciada en finanzas y economía está más alineada con el ala militante de la coalición peronista gobernante en torno a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que se había enfrentado abiertamente con Guzmán por su política fiscal más estricta.

Esa ala quiere más gasto público para ayudar a aliviar los altos niveles de pobreza, a pesar de los objetivos en un nuevo acuerdo de 44,000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reducir el déficit fiscal, aumentar las reservas y reducir el financiamiento del banco central.

No hay pobreza digna

escribió Batakis en una publicación fijada en su cuenta de Twitter. 

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Batakis, “una persona de gran calidad humana”

Daniel Scioli compartió en Twitter que Batakis es una persona de gran calidad humana y amplia formación profesional, además de ser una trabajadora con gran sentido de responsabilidad.

La nueva ministra recibió una licenciatura en economía de la Universidad Nacional de La Plata de Argentina en 1993 y una maestría en finanzas públicas. También tiene una maestría en economía ambiental de la Universidad de York, Reino Unido.

Mientras tanto, los inversionistas están cada vez más preocupados de que Argentina no pueda cumplir con sus compromisos de deuda en medio de los altos costos de importación de energía que están absorbiendo las reservas de divisas y la inflación vinculada a los precios globales elevados.

Los estrictos controles de monedas han avivado los populares mercados alternativos de divisas para comprar dólares, donde la gente está dispuesta a pagar el doble de la tasa oficial para obtener billetes verdes, una tendencia que distorsiona los precios comerciales y fomenta la inflación.

Argentina tiene objetivos acordados con el FMI como parte de un programa de 30 meses y necesita renegociar un acuerdo de deuda de 2,000 millones de dólares con el grupo de prestamistas soberanos del Club de París. Se esperaba que Guzmán viajara a Francia para conversar esta semana.

Matias Carugati, economista de Consultora Seido, dijo en Twitter que el presidente Alberto Fernández parecía haber cedido el control de la economía al ala de su vicepresidente, aunque Batakis todavía necesitaba exponer su visión política.

Ahora tenemos una ministra, pero todavía no tenemos un plan económico

dijo.

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