Turquía inició este fin de semana un episodio más de volatilidad económica y la causa principal es la injerencia del gobierno en las decisiones del banco central.
El presidente Tayyip Erdogan destituyó el sábado al gobernador del banco central, Murat Uysal, en medio de una depreciación de más de 30% de la lira turca frente al dólar estadounidense en lo que va del año, con lo que se sitúa en los niveles más bajos de su historia.
Naci Agbal, antiguo ministro de Finanzas, será quien ahora tome las riendas del banco central.
Con la decisión de sustituir a Murat Uysal, Turquía tendrá su cuarto gobernador del banco central en cinco años, en medio de las críticas sobre la injerencia de Erdogan en las decisiones monetarias.
El decreto presidencial fue anunciado en la madrugada del sábado en la Gaceta Oficial de Turquía y no aportó ninguna razón para el inesperado cambio.
Fuentes cercanas al proceso señalaron que Uysal es responsable de la caída en picada de la lira, la divisa de peor rendimiento de los emergentes este año.
En medio de críticas de los inversionistas, Uysal determinó iniciar un ciclo de recorte de tasas de interés, pues Erdogan consideraba que las tasas altas provocan que suba la inflación.
En solo un año, la tasa de referencia pasó de 24% a solo 8.25%, aunque en septiembre se vio en la necesidad de elevarla en dos puntos porcentuales, buscando detener la caída libre de la lira turca, pero los analistas consideran que la reacción no fue bastante rápida para contenerla.
Durante la sesión de este lunes, la lira se aprecia 4.24%, a 8.1605 dólares, según datos de Investing.
La moneda turca acumula ya una depreciación de 10% desde inicios de octubre y de 35% desde que inició una marcada senda bajista en febrero pasado, tras más de un año de relativa estabilidad.
“El alza del tipo de cambio superó muy rápidamente las expectativas. Se esperaba que algunas medidas tuvieran un impacto, pero no fue así”, dijo un alto cargo citado por Reuters.
Analistas consideran que aunque Agbal, el nuevo gobernador del banco central, es un aliado cercano de Erdogan, también es un gestor capaz de adoptar una estrategia más ortodoxa en materia de política monetaria. Eso podría aliviar las preocupaciones que han llevado a los turcos a adquirir divisas fuertes a niveles récord.
La tasa de referencia actual es de 10.25%, por debajo de la inflación, de 11.89 %, que es de más del doble del objetivo de 5% del gobierno.
La otra salida
Horas después de la salida de Murat Uysal del banco central, el ministro de Finanzas, Berat Albayrak, presentó su renuncia por problemas de salud.
Albayrak, quien es yerno del presidente Erdogan, dijo que con su salida podrá pasar más tiempo con su familia, a la que había “desatendido”.
Tras haber ocupado cargos ministeriales durante casi cinco años, tomé la decisión de no continuar con mi compromiso (como ministro de Finanzas) por problemas de salud
aseguró Albayrak.
El funcionario está casado con la hija mayor de Erdogan y dirige el Ministerio de Finanzas desde 2018, antes había ejercido como ministro de Energía desde 2015.
Según fuentes citadas por el Financial Times, el yerno de Erdogan no coincide con las posturas del recién nombrado banquero central de Turquía, lo que lo habría llevado a presentar su renuncia.
De momento, se desconoce si la dimisión de Albayrak será aceptada por el presidente, una requisito imprescindible para que resulte efectiva.
Erdogan ya se opuso hace unos meses a aceptar la renuncia del ministro del Interior turco, Suleyman Soylu, que aún sigue al frente de este puesto.
¿Qué sigue para Turquía?
La incertidumbre sobre el futuro de la economía turca se suma a la confusión sobre la elección en Estados Unidos y la eventual llegada a la Casa Blanca del demócrata, Joe Biden.
Erdogan se prepara para un momento más difícil con Estados Unidos bajo la administración de Biden, luego de que Trump ejerció presión para que se impongan sanciones a Turquía por la compra de un sistema de defensa antimisiles de fabricación rusa y por un elaborado esquema contra las sanciones con Irán, de acuerdo con un reporte de Bloomberg.
La ofensiva de Turquía el año pasado contra los kurdos sirios respaldados por Estados Unidos, que lucharon en la primera línea de la guerra contra el Estado Islámico, fue respaldada por Trump incluso cuando causó indignación en el Congreso.
Turquía es el verdadero problema aquí. Sé lo que se necesita para negociar con Erdogan. Y si yo fuera presidente, le haría pagar un alto precio por lo que ha hecho
dijo Biden en 2019, según Bloomberg.
Con información de Reuters