El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo a senadores estadounidenses que esperan que el programa Main Street (calle principal), que pretende prestar miles de millones de dólares a pequeños y medianos negocios, esté listo a finales de mes.
El paquete de estímulos de dos billones de dólares, aprobado por el Congreso a finales de marzo, destinó 454,000 millones de dólares para ser enviados a la Fed, lo que conformaría el presupuesto para distintos programas de préstamos, incluyendo el programa Main Street.
Aunque la Reserva Federal ya ha publicado el marco normativo del programa, que está dirigido a empresas que tenían una buena salud financiera previo al aislamiento, aún no ha entrado en operación, lo que ha traído quejas por la “lentitud” con la que se están moviendo los fondos del paquete de estímulo.
Tanto Powell como el Secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, testificaron de manera remota frente a la comisión bancaria del Senado.
Mnuchin aseguró que su Secretaría está buscando formar una red de seguridad que impida que ciertas empresas sean olvidadas por los programas existentes debido a sus condiciones particulares.
Powell resaltó la magnitud del impacto que la economía ha sufrido debido a la pandemia y señaló que, para solucionar la crisis económica, primero se debe solucionar la crisis de salud.
Previo a su intervención, Powell leyó un discurso preparado en el que se refirió a la presente crisis como “una recesión de velocidad y alcances que no tienen precedentes modernos y que es significativamente peor que cualquier recesión desde la Segunda Guerra Mundial”.
El presidente de la Fed recalcó además la importancia de reabrir la economía de una forma segura y que genere tranquilidad entre los consumidores y el mercado.