La policía de Hong Kong disparó cañones de agua, gases lacrimógenos y detuvo a 180 personas este miércoles, luego de que manifestantes salieron a las calles en desafío a la ley de seguridad nacional promulgada por China que, según sus críticos, tiene como objetivo sofocar la disidencia.
Estas personas fueron detenidas por “participar en reuniones no autorizadas, alteración del orden público, posesión de armas y otras ofensas”, escribió la policía en su cuenta Twitter, precisando que hay siete arrestados “sospechosos de haber violado la ley de seguridad nacional”.
Una horas antes, la policía anunció que un hombre en posesión de una bandera a favor de la independencia de Hong Kong se convirtió en el primer detenido en el marco de la nueva ley promulgada en la víspera por el presidente chino Xi Jinping.
Zhang Xiaoming, subdirector ejecutivo de la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao de Pekín, dijo a periodistas que los sospechosos arrestados por la nueva oficina de seguridad podrían ser juzgados en el continente.
Pekín dio a conocer los detalles de la ley por la tarde del martes, después de semanas de incertidumbre, empujando a la ciudad más libre de China y a uno de los centros financieros del mundo hacia un sistema más autoritario.
Miles de manifestantes se reunieron en el centro de la ciudad para conmemorar el aniversario 23 de la entrega de la antigua colonia británica a China, en 1997, y luego la policía antidisturbios usó gas pimienta y disparó perdigones para hacer arrestos cuando la multitud se desbordó en las calles gritando “resistan hasta el final” e ” independencia para Hong Kong”.
“Tengo miedo de ir a la cárcel, pero para que se haga justicia tengo que salir hoy, tengo que ponerme de pie”, dijo un hombre de 35 años.
La nueva ley castigará los delitos de secesión, subversión, terrorismo y colusión con fuerzas extranjeras con hasta cadena perpetua, habrá por primera vez organismos de seguridad del continente en Hong Kong y se permitirá la extradición a China continental.
El parlamento chino aprobó la medida en respuesta a las protestas del año pasado provocadas por el temor a que Pekín estuviera sofocando las libertades de la ciudad, garantizadas por una fórmula de “un país, dos sistemas” acordada cuando el territorio volvió a soberanía china.
Este miércoles, la policía citó la ley por primera vez al confrontar a los manifestantes. “Están desplegando banderas o pancartas, cantando consignas o conduciéndose con una intención de secesión o subversión, lo que puede constituir delito según la ley de seguridad nacional”, dijo la policía en un mensaje desplegado en un letrero morado.
Las autoridades de Pekín y Hong Kong han dicho repetidamente que la ley está dirigida a unos pocos “alborotadores” y que no afectará los derechos y libertades, ni los intereses de los inversionistas.
Sin embargo, los críticos temen que su objetivo sea poner fin a la oposición prodemocracia y aplastar las libertades que se consideran clave para el éxito de Hong Kong como centro financiero.
Estados Unidos, sus aliados asiáticos y occidentales han criticado la ley.
El gobierno británico anunció este miércoles que extenderá los derechos de inmigración para los habitantes de Hong Kong, al estimar que la nueva ley sobre seguridad nacional constituía una “violación manifiesta” de la autonomía de su excolonia.
“Hemos examinado con atención el contenido de esta ley sobre seguridad nacional desde su publicación ayer por la noche”, declaró el jefe de la diplomacia Dominic Raab ante la prensa.
Esta “constituye una violación manifiesta de la autonomía de Hong Kong y una amenaza directa para las libertades de su población”, añadió.
El gobierno modificará las condiciones adjuntas al “pasaporte británico de ultramar”, el BN(O), para hacerlas más favorables, permitiendo a sus titulares ir y trabajar en el Reino Unido y facilitando a largo plazo el acceso a la ciudadanía británica.
El número de personas que poseen el BN(O) es de alrededor 350.000, una cifra que prácticamente se duplicó desde el inicio de las protestas en Hong Kong hace un año.
Con información de Reuters y AFP