El crecimiento del Producto Interno Bruto de China en el tercer trimestre se desaceleró más de lo previsto, a su menor ritmo en casi 30 años, como consecuencia de la guerra comercial en Estados Unidos, que afectó la producción industrial
Los datos del periodo julio-septiembre elevan las probabilidades de que Pekín anuncie un nuevo paquete de apoyos económicos.
El PIB de la segunda economía más grande del mundo creció 6%, respecto al tercer trimestre de 2018, por debajo del avance de 6.2% registrado en el periodo previo.
Tras la publicación de las cifras, las acciones asiáticas perdieron el terreno que habían ganado gracias al acuerdo comercial parcial entre Estados Unidos y China y el alza en las probabilidades de que Gran Bretaña abandone la Unión Europea de una forma ordenada.
El resultado peor al esperado del PIB de China se debe principalmente a la debilidad de los sectores exportadores, especialmente el manufacturero, explicó un economista de Hwabo Trust, desde Shanghái.
“Dado que es poco probable que las exportaciones se recuperen y es posible una desaceleración en el sector inmobiliario, seguirá la presión a la baja sobre la economía china, y se espera que el crecimiento en el cuarto trimestre caiga a 5.9%”, advirtió.
El crecimiento de 6% es el más bajo desde el primer trimestre de 1992, cuando iniciaron los registros, y quedó por debajo del pronóstico de 6.1% de los analistas. También es el límite inferior del rango de crecimiento meta del gobierno para este año, que va de 6 a 6.5%.
El FMI advirtió que ante el entorno comercial y de desaceleración global, el crecimiento de China podría bajar incluso a 5.8%, aunque destacó que seguirá siendo una de las mayores tasas de avance en el mundo.