El candidato presidencial izquierdista Pedro Castillo, que encabeza con 50.12% el escrutinio en Perú, dijo que sigue esperando un resultado oficial y lamentó que políticos de derecha que apoyan a la candidata Keiko Fujimori estén pidiendo anular las elecciones por supuesto fraude.
Nueve días después de una reñida segunda vuelta, el conteo del órgano electoral (ONPE) llegó al 100% de mesas contabilizadas, otorgando a Castillo 8 millones 835,579 votos (50.12%) sobre los 8 millones 791,521 de Fujimori (49.87%).
Fujimori ha denunciado “fraude” en los comicios del 6 de junio y ha pedido al Jurado Nacional de Elecciones (JNE) que anule los votos de 151 mesas de sufragio.
Perú espera entonces, en medio de la incertidumbre y algunas movilizaciones de calle en favor de ambos candidatos, el veredicto del JNE para saber quién será su próximo presidente a partir del 28 de julio.
“Invoco a las autoridades electorales a que, de una vez por todas, ya dejemos de estar alargando y seguir teniéndolo en zozobra al pueblo peruano y se respete la voluntad popular de este país”, dijo Castillo ante miles de seguidores durante un mitin en Lima, en su primera reacción tras difundirse el cómputo final que lo favorece.
Esta noche no solo debe ser de júbilo sino de gran responsabilidad, no nos dejemos llevar por ilusiones ni pretensiones,
añadió el candidato
“No nos dejemos confundir. Hoy ha salido un resultado del conteo de la ONPE, pero falta lo más importante, que es la evaluación de las actas pendientes que tiene [que dirimir] el Jurado Nacional de Elecciones (JNE)”, dijo horas antes Fujimori también ante miles de simpatizantes congregados afuera de la sede de su partido en Lima.
“Confiamos en los órganos electorales y sobre todo en la voluntad popular y sabemos que cuando analicen esas irregularidades, lo más probable es que nos den la razón”, afirmó Fujimori sin dar señas de rendirse.
Los comicios, que contaron con el 74.5% de participación, fueron calificados como transparentes por diversos observadores, entre ellos de la OEA que dijo que no hubo “graves irregularidades”.
“Se sigue llamando a tumbarse una elección”, dijo más temprano Castillo a corresponsales de prensa extranjera en la sede de su partido en Lima.
El profesor rural agregó que estaban “pacientes esperando un resultado”, en alusión al trabajo del JNE, en una comparecencia donde no aceptó preguntas de los periodistas.
“Creo que no debemos precipitarnos y menos aún usar palabras indebidas como fraude y esperar los resultados con calma”, declaró este martes el presidente centrista interino, Francisco Sagasti.
“La democracia tiene reglas y plazos que todos debemos respetar”, declaró a su vez el cardenal Pedro Barreto sobre los llamados a anular los comicios.
Entre “fraude” y auditorías
Fujimori solicitó además una “auditoría informática” a la ONPE, mientras el JNE revisa las impugnaciones presentadas por cada bando, principalmente por ella.
Ambos órganos electorales están bajo fuego de los sectores más radicales que apoyan a Fujimori, que temen que la revisión de las impugnaciones por parte del JNE no impida un triunfo de Castillo.
La ONPE organiza los comicios y cuenta los votos, mientras que el JNE resuelve las impugnaciones y proclama al ganador oficial.
El almirante retirado y parlamentario electo Jorge Montoya llamó el lunes a anular los comicios y convocar “nuevas elecciones con auditores internacionales”, al asegurar en Twitter que el sistema electoral peruano “ya no brinda confianza”, por lo que deben renunciar los jefes de la ONPE y el JNE.
Montoya es además uno de los 64 generales y almirantes retirados que –en sintonía con Fujimori— pusieron en duda el lunes la transparencia de los comicios, lo que llevó al Ministerio de Defensa a expresar que este grupo de oficiales jubilados “no representa a las Fuerzas Armadas”.
“Con el pedido de nuevas elecciones se está queriendo generar violencia”, dijo la candidata a vicepresidenta de Castillo, Dina Boluarte, en reunión con la prensa extranjera.
En la calle, decenas de fujimoristas realizan diariamente manifestaciones frente a las casas de los jefes de la ONPE, Piero Corvetto, y del JNE, Jorge Luis Salas. Esa actitud ha sido denunciada por la comisionada de derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet.
Perú está sumido en convulsiones políticas desde hace cinco años que lo llevaron a tener tres presidentes en cinco días de noviembre de 2020, y además ha resultado muy golpeado por la pandemia y la crisis económica.
Posición “sediciosa”
“La posición que está tomando un grupo de la derecha es sediciosa, pero el país está en calma. Son grupos políticos de la vieja derecha de estilo pinochetista que creen que Keiko no va a ser presidenta y quieren en su reemplazo poner al almirante Montoya como presidente de transición”, dijo este martes a la AFP el analista Hugo Otero, exasesor del expresidente Alan García.
“No sé si legalmente es posible anular las elecciones, pero cada día aparecen evidencias de manipulación de actas electorales y una serie de irregularidades”, dijo por su parte a la AFP Fernando Rospigliosi, asesor de Keiko Fujimori.