La pandemia del COVID-19 tendrá un impacto “a largo plazo” en la salud mental de las poblaciones, advirtieron el jueves la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los ministros europeos de Sanidad.
“Desde la ansiedad vinculada con la transmisión del virus, el impacto psicológico de los confinamientos y del autoaislamiento, las consecuencias vinculadas al desempleo, las dificultades financieras hasta a la exclusión social, (…) todo el mundo se ve afectado de una manera u otra”, detallaron los ministros y la OMS en un comunicado.
“Estamos hablando de un componente clave de nuestra salud, que requiere una acción ahora” de los gobiernos, instó el primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis durante la inauguración de un foro de dos días sobre el impacto de la pandemia.
Añadió que “debemos hablar abiertamente del estigma que acompaña a la salud mental”.
La OMS consideró que “no es sólo la contaminación o el miedo a la contaminación lo que ha afectado a la salud mental de la población”.
Desigualdades socioeconómicas
“El estrés causado por las desigualdades socioeconómicas y los efectos de la cuarentena, el confinamiento, el cierre de las escuelas y de los lugares de trabajo han tenido consecuencias enormes”, subrayaron los ministros y la OMS en su comunicado conjunto.
Por otro lado “la pandemia ha sacudido al mundo. Se han perdido más de cuatro millones de vidas en todo el planeta, se han destruido ingresos, se han separado familias y comunidades, han quebrado empresas”, recuerda el director de la OMS en Europa, el doctor Hans Kluge.
También agregó que “la salud mental y el bienestar deben percibirse como derechos humanos fundamentales”.
Entre las recomendaciones de la OMS a los países europeos figuran el fortalecimiento de los servicios de salud mental en general, la mejora del acceso a la atención a través de la tecnología digital, el aumento de los servicios de apoyo psicológico en las escuelas, las universidades, en el lugar de trabajo y para las personas que trabajan en primera línea en la lucha contra el COVID-19.