La Alta Comisionada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió el lunes una “justicia reparadora” en el espinoso debate sobre el legado de la esclavitud y el colonialismo.

“Detrás del racismo sistémico y la violencia racial de hoy en día se encuentra la falta de reconocimiento formal de las responsabilidades de los Estados y otros actores que participaron en la esclavitud, la trata transatlántica de esclavos africanos y el colonialismo”, indicó Bachelet.

Bachelet añadió que “comunidades, familias y personas se vieron privadas de sus vidas, medios de subsistencia, recursos y derechos, y esta situación continúa”, en la presentación ante el CDH de su informe sobre la violencia policial contra los afrodescendientes, publicado el 28 de junio.

En el momento de la publicación, pocos días después de la condena en Estados Unidos del policía que mató a George Floyd, la Alta Comisionada había pedido a los Estados que tomen “medidas inmediatas” contra el racismo sistémico al que están sometidos los negros.

Protestas contra el racismo

Asimismo, Bachelet denunció “la represión de las protestas contra el racismo en algunos países”, que “debe verse en un contexto más amplio en el que se suprimen las voces de los afrodescendientes y de quienes luchan contra el racismo”.

También expresó que “ante estas profundas y trascendentales injusticias, es urgente abordar el legado de la esclavitud, la trata transatlántica de esclavos, el colonialismo y las sucesivas políticas y sistemas de discriminación racial, y buscar una justicia reparadora”. 

Su llamado se produce en un momento en el que se está debatiendo en Estados Unidos la llamada “teoría crítica de la raza”.

El término define una escuela de pensamiento que surgió en las facultades de derecho estadounidenses a finales de los años 1970 para analizar el racismo como un sistema, con sus leyes y lógicas de poder, y no como una serie de prejuicios individuales.