El fiscal especial de Estados Unidos, Robert Mueller, aseguró que no existían pruebas suficientes para acusar al presidente Donald Trump de cometer el delito de obstrucción de la justicia en el caso de la intervención de Rusia en las elecciones.

“Después de la investigación, si hubiésemos tenido certeza en que el presidente claramente no cometió un delito, lo habríamos dicho. Sin embargo, no llegamos a determinar si el presidente cometió un delito”, dijo.

Según Mueller, la política del Departamento de Justicia le impide presentar cargos contra un presidente en ejercicio.

“Acusar al presidente por un delito no era (…) una opción que pudiéramos considerar”, detalló. “Llegamos a la conclusión de que de ninguna manera podríamos a dictaminar si el presidente cometió un delito”.

En una conferencia sorpresa este miércoles, el abogado de 74 años anunció su renuncia al Departamento de Justicia tras concluir con la investigación.

Tras las declaraciones, el mandatario estadounidense dijo que “Nada cambia y caso cerrado”.

“Nada cambia en relación al informe Mueller. No hubo pruebas suficientes y en ese caso, en nuestro país, una persona es inocente,” tuiteó Trump, pocos minutos después de la comparecencia ante periodistas del exjefe del FBI. “El caso está cerrado! Gracias”

En su primera declaración pública sobre la investigación acerca de la injerencia rusa en las elecciones estadounidenses de 2016, Mueller también indicó que considera inapropiado comparecer ante el Congreso, a pesar de la intención de los demócratas, que controlan la Cámara de Representantes, de convocarlo para escuchar su testimonio.

“Más allá de lo que digo hoy acá y lo que está en nuestro trabajo escrito, no creo que sea apropiado que siga hablando”, dijo Mueller en una breve aparición ante periodistas en la sede del Departamento de Justicia.

En abril, al refererise sobre los cargos de obstrucción de la justicia, el fiscal general de Estados Unidos, William Barr, aseguró que existían pruebas que las acciones del presidente se dieron porque estaba frustrado y enojado pues creía sinceramente que la investigación estaba minando su presidencia y que era impulsada por sus oponentes políticos y alimentada por filtraciones ilegales.

En la versión editada del informe de Mueller difundida el mes pasado se concluye que la campaña del presidente Donald Trump no participó en una conspiración criminal con Moscú para llegar a la Casa Blanca.

Mueller no quiso emitir un juicio sobre si Trump obstruyó la justicia, pero el informe describió 10 casos en los que el presidente intentó impedir la investigación.

Candidatos a la presidencia como Elizabeth Warren, Kamala Harris, Julian Castro y Cory Booker coincidieron en que las declaraciones de Mueller deberían conducir a un proceso para destituir a Trump.

“La declaración de Muller aclara lo que aquellos que han leído su reporte saben: da pie a iniciar un proceso de destitución y corresponde al Congreso actuar. Deberían”, publicó Warren en Twitter.