El Reino Unido y la Unión Europea (UE) volvieron a tropezar este viernes con los mismos escollos al término de una nueva ronda de una negociación comercial postbrexit cada vez más tensa.
Europeos y británicos expresaron su “decepción” por la falta de avances en la última ronda, celebrada por videoconferencia debido a la pandemia, aunque las críticas en público se transforman en duros reproches en privado.
“Lamento que se haya avanzado muy poco hacia un acuerdo sobre las cuestiones más importantes”, dijo en un comunicado el negociador británico, David Frost, una visión compartida por su par europeo, Michel Barnier.
Ambos negociadores tienen que llegar a un acuerdo para el 31 de diciembre, un plazo que Londres se niega a prorrogar.
Pese al incipiente diálogo respecto al acceso de los buques europeos a las aguas británicas, la cuestión sobre cómo evitar una competencia desleal entre ambos sigue paralizando las discusiones.
Los británicos abandonaron oficialmente la UE en enero para iniciar un periodo de transición de 11 meses durante el cual siguen dentro del mercado único europeo y de la unión aduanera, por lo que continúan respetando las reglas europeas.
Este periodo de transición impide a Londres cerrar acuerdos comerciales con terceros países como Estados Unidos, con el que inició una negociación el 5 de mayo.
Aunque el objetivo inicial de este periodo fue evitar un daño a la economía provocado por una separación abrupta, la irrupción de la crisis del coronavirus y la presentida recesión en 2020 representa un nuevo argumento para Londres.
La pesca es el problema
Será junio el mes clave para conocer si ambas partes deciden prorrogar prorrogan la negociación más allá del 31 de diciembre y resolver la cuestión de la pesca.
Los británicos propusieron a los europeos negociar anualmente cuotas de pesca en sus aguas, opción que la UE rechaza. Barnier reiteró este viernes que sin acuerdo sobre la pesca no habrá pacto comercial.
El principal asunto sigue siendo, no obstante, el reclamo europeo de que Londres aplique las normas del bloque en materia fiscal, laboral, ambiental y de ayudas de Estado, una petición que el gobierno británico rechaza.
“Nada nuevo bajo el sol”, indicó una fuente próxima a la negociación sobre la ronda celebrada esta semana. Las discusiones se reanudarán el 1 de junio de cara a empezar a allanar el camino a un acuerdo.
En caso de no lograrlo, las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) se aplicarían a la relación comercial entre ambos, lo que se traduce en aranceles más elevados y la reintroducción de barreras aduaneras.
Con información de AFP