La caravana de miles de hondureños que buscan llegar a suelo estadounidense a través de México fue tema central del mensaje del Secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, y el Secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, tras su reunión este viernes.
Pompeo reiteró el llamado del presidente de su país para que México detenga el avance de la caravana y declaró que la inmigración ilegal a Estados Unidos a través de su frontera sur se está acercando a niveles de crisis.
“El presidente Donald Trump ha sido claro con respecto al tema más importante que enfrentamos hoy. Estamos rápidamente llegando a un punto que parece ser un momento de crisis: cifras récord de migrantes”, señaló Pompeo al canciller mexicano.
La Caravana Migrante desató la furia de Trump, quien amenazó con frenar la ayuda económica a Guatemala, El Salvador y Honduras si no la detenían, y amenazó con enviar militares a la frontera con México si no cumplían ese objetivo.
“La política migratoria de México la define México, así como la política migratoria de Estados Unidos la define Estados Unidos. Somos países amigos, somos socios, vecinos, somos países soberanos”, replicó Videgaray a Pompeo en la rueda de prensa.
El canciller mexicano aseguró que la caravana es un reto que enfrenta México y espera trabajar conjuntamente con la Organización de las Naciones Unidas para lograr una ‘solución permanente al tema migratorio’.
La posición del gobierno mexicano ante la Caravana Migrante es de respeto a los derechos humanos y a la dignidad de las personas, conforme a las leyes y procedimientos locales, subrayó Videgaray.
El proceso de entrada
Huyendo de la pobreza y la violencia, miles de migrantes partieron de Honduras en los últimos días.
Los migrantes centroamericanos deberán hacer trámites de manera individual si deciden ingresar a territorio mexicano, detalló Videgaray.
Agregó que son cerca de 4,000 los migrantes hondureños congregados en la frontera de México con Guatemala a quienes se les ha informado sus opciones para ingresar al país, ya sea con su visa y pasaporte o mediante un trámite para solicitar refugio.
Algunos ya se aventuran a cruzar ilegalmente el limítrofe río Suchiate, mientras policías antimotines esperan del lado mexicano para evitar disturbios.