La elección del Primer Ministro en Reino Unido está llegando a su etapa final con el brexit como tema central de las campañas de los dos aspirantes, debido a los riesgos financieros que conlleva.

Durante el primer debate presidencial rumbo a las elecciones del 12 de diciembre, el primer ministro Boris Johnson y el líder laborista de la oposición Jeremy Corbyn se enfrentaron en una discusión centrada en la salida de la Unión Europea (UE).

Johnson, quien llegó a Downing Street tras la dimisión de Theresa May el 24 de julio, hizo eco de su promesa de abandonar el bloque económico a como dé lugar en los próximos meses.

Corbyn calificó la propuesta como irreal, dada la falta de un acuerdo con el Parlamento británico que ha impedido lograr una salida “ordenada” desde 2016, cuando se aprobó en un referéndum el brexit.

“No lo vas a hacer en unos meses y lo sabes perfectamente bien”, dijo el candidato opositor, agregando que un acuerdo comercial con la Unión Europea llevaría “probablemente siete años”.

El plan que presentó Corbyn incluye una negociación de tres meses para el brexit. Pero también propone un nuevo referéndum que defina la aprobación del nuevo acuerdo o la permanencia en la UE.

Por ahora los sondeos realizados por medios británicos perfilan como favorito al conservador Johnson.

Con ello quedaría latente el riesgo de un desastre económico para el reino conformado por Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, según Leticia Armenta, economista del Tecnológico de Monterrey.

Johnson, conservador ‘probrexit’

El 16 de octubre el Reino Unido y la UE anunciaron un acuerdo que extendió del 31 de octubre de 2019 al 31 de enero de 2020 la posibilidad de lograr un brexit ordenado.

Johnson dijo durante el debate presidencial que se llevó a cabo en Manchester que buscará poner fin a las “tergiversaciones y a los retrasos, al impasse y a las divisiones”. Tres años y medio después del referéndum en que los británicos votaron en un 52% para salir de la UE.

El estancamiento de las negociaciones entre el gobierno y la Cámara de los Comunes inclusive ocasionó la renuncia de Theresa May. Por ello parece difícil lograr un acuerdo en el próximo trimestre, como promete Johnson, dice Carlos López Portillo, internacionalista de la Universidad Panamericana.

Desde su ascenso como Premier, el político de cabello rubio y despeinado ha defendido la idea de un brexit sin acuerdo, una vía bloqueada constantemente por la Cámara Baja del Parlamento Británico.

Sin embargo, el 12 de diciembre también estarán en juego los 650 escaños de los Comunes, donde se requieren 326 representantes para lograr la mayoría absoluta, de acuerdo con la Constitución Británica.

El líder conservador aspira a conseguir esa mayoría para destrabar las negociaciones y abrir la puerta al brexit por la vía ordenada. Pero la separación tendría un costo económico, principalmente, explica Armenta.

“Se prevé que traiga inestabilidad financiera tanto en Reino Unido como en la UE, una devaluación de la libra esterlina, una ralentización del comercio y hasta la escasez de alimentos o medicinas”, dice la académica.

Corbyn propone nuevo referéndum

Una de los principales atractivos del debate del martes era conocer la postura que tiene Jeremy Corbyn sobre la salida de la UE.

Corbyn se negó a decir si persolnalmente defendería el brexit u optaría por mantenerse dentro del bloque europeo, y advirtió que en medio año lanzaría un nuevo referéndum para “cumplir con la voluntad del pueblo”.

En realidad el candidato laborista intentó llevar el debate hacia el sistema de seguridad pública, donde acusó a Johnson de realizar “reuniones secretas” con representantes estadounidenses. Señaló que su contrincante busca abrir el servicio de salud pública a farmacéuticas de ese país.

Johnson se defendió alegando que se trataba de “un invento absoluto”.

Horas antes del debate presidencial, los conservadores tenían el 42% de las intenciones de voto, contra un 30% para los laboristas, según una encuesta de YouGov publicada por el diario The Times.

Otra encuesta de la misma firma realizada después del enfrentamiento colocó a Johnson con 51% de preferencia y a Corbyn con 49%.

Quizás ese resultado se explique por el miedo al impacto económico del brexit que han manifestado algunos sectores británicos, opina Armenta.

Y es que la separación tendría efectos negativos no solo en los países que integran el Reino Unido, sino en todo el mundo, según la Organización Mundial del Comercio (OMC).

El organismo comercial rebajó en octubre su previsión de crecimiento del comercio mundial para 2019, principalmente por la posibilidad del brexit, así como de las disputas comerciales que persisten en el terreno internacional.

La OMC redujo de 2.6% en abril a 1.2% en octubre su pronóstico de crecimiento para el comercio mundial, debido en parte por la incertidumbre relacionada con el brexit, según un comunicado.

Con información de AFP.