El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pausó la aprobación de nuevos proyectos de exportación de gas natural licuado (GNL), una medida que fue aplaudida por activistas climáticos. Se prevé que las aprobaciones se retomen hasta después de las elecciones del 5 de noviembre.
Durante este período, analizaremos detenidamente los impactos de las exportaciones de GNL en los costos de la energía, la seguridad energética de Estados Unidos y nuestro medio ambiente
dijo Joe Biden en un comunicado.
La secretaria de Energía, Jennifer Granholm, informó que durante la pausa el Departamento de Energía (DOE) llevará a cabo revisiones para analizar los impactos económicos y ambientales de los proyectos que buscan aprobación para exportar GNL a Europa y Asia, donde el combustible tiene una gran demanda. Luego de las revisiones, los proyectos estarán abiertos a comentarios públicos, por lo que las aprobaciones tardarán aún más.
Los funcionarios de la administración afirmaron que la pausa no perjudicaría a los aliados estadounidenses y dijeron que el plan incluirá exenciones por motivos de seguridad nacional en caso de que necesiten más GNL.
Tras la invasión de Rusia a Ucrania, las empresas y los países de Europa están intentando desconectarse del suministro ruso de gas, lo que incrementa su preocupación por el abastecimiento estadounidense del hidrocarburo; mientras que los aliados de Estados Unidos en Asia también codician el GNL en su intento de frenar el consumo de carbón.
La última revisión de los proyectos de exportación de GNL se dio en 2018, cuando se reportó una capacidad de 4,000 millones de pies cúbicos por día. Actualmente, esa suficiencia se ha triplicado y Estados Unidos es el principal exportador de GNL del mundo.
Proyecto afectados por la decisión de Joe Biden
Según el sitio web del DOE, sólo cuatro proyectos con aprobaciones de exportación pendientes se verían afectados, aunque no se definieron cuáles son. De acuerdo con CNBC, los afectados podrían ser Sempra Infrastructure, Commonwealth LNG y Energy Transfer.
A través de un portavoz, Sempra declaró que confía en que sus proyectos ayudarán a desplazar más combustibles fósiles con alto contenido de carbono, incluido el carbón, y proporcionarán gas a sus aliados; mientras que las otras empresas no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Ambientalistas celebran la decisión
El crecimiento en la capacidad de exportación de gas natural licuado en Estados Unidos ha provocado protestas por parte de los ambientalistas, parte de la base electoral de Biden.
Los activistas han argumentado que los nuevos proyectos de GNL pueden dañar a las comunidades locales con la contaminación, bloquear la dependencia global de los combustibles fósiles durante décadas y generar emisiones por la quema de gas y por fugas del poderoso gas metano de efecto invernadero.
Tras conocer la determinación del presidente estadounidense, los ambientalistas elogiaron la medida y reconocieron los esfuerzos históricos de esta administración para cumplir con el compromiso global de eliminar gradualmente los combustibles fósiles.
Otros sectores de la industria estadounidense, que van desde la química, el acero, la alimentación y la agricultura, también se oponen a las exportaciones irrestrictas de gas argumentando que aumentan los riesgos para los precios y la confiabilidad del combustible.
Con información de CNBC
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