El gobierno de Japón busca atraer nuevos residentes mediante incentivos financieros que van desde propiedades a bajos precios y subsidios considerables para la renovación de las mismas. 

La Encuesta de Vivienda y Tierras de Japón registró, en 2018, un récord de 8.49 millones de propiedades “akiya”, nombre con el que se conoce a las casas vacías, según el ejercicio realizado cada cinco años.

Muchas de estas casas quedaron vacías después de la muerte de familiares o cuando la gente se mudó, encontró la encuesta. La encuesta de 2018 encontró un aumento del 3.2% en el número de akiya en comparación con 2013, de acuerdo con Business Insider.

El informe también encontró que el 13.6% de los 62.42 millones de hogares de Japón estaban desocupados. Esto fue particularmente pronunciado en las prefecturas de Wakayama, Tokushima, Kagoshima y Kochi, todas las cuales registraron tasas de desocupación de viviendas superiores al 18%.

Este impulso para revitalizar las áreas rurales de Japón es una parte clave de los planes socioeconómicos del primer ministro japonés Yoshihide Suga para el país.

Suga hizo de la revitalización rural una piedra angular de su política cuando asumió el cargo en septiembre, y en un discurso de noviembre prometió estimular la economía rural impulsando el turismo y alentando la reforma agrícola. 

Casas a precios bajos 

Ciudades como Tochigi y Nagano tienen “bancos de akiya”. Estos sitios web, que son desarrollados por la ciudad o los gobiernos municipales, enumeran las casas abandonadas. 

Algunos de ellos están disponibles por tan solo 50,000 yenes (455 dólares), detalla el medio especializado. 

La ciudad de Okutama en el oeste de Tokio incluso entrega edificios viejos y vacíos de forma gratuita. Algunos residentes nuevos han encontrado formas creativas de reutilizarlos, convirtiéndolos en talleres y restaurantes, según Nikkei.

“El programa no solo ayuda a los antiguos propietarios, que luchaban por utilizar las propiedades y pagar impuestos, sino también a la ciudad al reducir la cantidad de edificios abandonados que podrían colapsar o representar riesgos en el futuro”, dijo un portavoz de Okutama a Nikkei. 

Algunos gobiernos locales han descubierto que ofrecer dinero en efectivo es una de las mejores formas de atraer trabajadores que realizan sus actividades de manera remota. 

En Mikasa, prefectura de Hokkaido, registró una disminución del 11% en su número de casas vacías cuando la ciudad implementó subsidios para el cuidado de niños y la compra de viviendas.

De manera similar, la ciudad de Daisen en la prefectura de Tottori experimentó una caída del 7.9% en el número de propiedades vacías cuando el gobierno local ofreció subvenciones de dos millones de yenes (18,229 dólares) a quienes estaban renovando ciertas casas que figuran en su base de datos.

Hace unos meses, el medio japonés informó sobre un programa a través del cual los trabajadores que mantienen un empleo en Tokio mientras trabajan desde el campo recibirán una subvención en efectivo de un millón de yenes (9,114 dólares).