Italia está sumida en una crisis inédita después de que el ultraderechista ministro de Interior, Matteo Salvini, hiciera saltar por los aires la coalición gubernamental, reclamara elecciones rápidas y anunciara una moción de censura contra el primer ministro Giuseppe Conte.

Su partido, la Liga, presentó este viernes ante el Senado la moción de censura con la que oficialmente tumba el gobierno del que formaba parte desde hace 14 meses junto con los antisistema del Movimiento 5 Estrellas (M5E).

Si se constata, como es probable, que no hay una mayoría parlamentaria en torno a un líder político, el Parlamento debe ser disuelto, lo que podría ocurrir alrededor del 26 de agosto y se deben convocar elecciones anticipadas.

“Pedimos elecciones lo más rápido posible”, reiteró este viernes Salvini durante su “beach tour” para conquistar votantes en las ciudades costeras del sur de Italia.

La celebración de elecciones genera una serie de incógnitas: ¿cuándo? ¿y con qué gobierno? Entre las hipótesis figuran la designación de un gabinete de técnicos que organice los comicios o con el gobierno actual, que siga ocupándose del día a día hasta la votación.

La crisis desatada en plenas vacaciones de verano por el líder ultraderechista, con las dos ramas del parlamento cerradas por vacaciones, tomó desprevenido a su exaliado Luigi Di Maio, líder del M5E.

“Pido a los italianos que me den plenos poderes (…)  El que vota por Salvini, sabe por quién vota”, repitió este viernes el líder ultraderechista.

Al forzar las elecciones, Salvini quiere conquistar la tercera economía de Europa lo que suscita preocupación de muchos sectores, debido a los aprietos que registra Italia.

Estos son los escenarios políticos en plena temporada de vacaciones.

Cambio de ministros

Formado por la derechista Liga, liderada por Salvini y los antisistema del M5E, el gobierno podría optar simplemente por pactar nuevos acuerdos y cambiar a los ministros de las carteras de Transporte, Defensa y Economía, que se han resistido a los proyectos y políticas del líder ultradechista.

Una opción que no se descarta, según la prensa italiana, ya que Salvini se abstuvo de atacar con dureza directamente al conjunto del M5E por su oposición al proyecto ferroviario, que implica un túnel de un costo de 8,600 millones de euros (unos 9,800 millones de dólares) a través de los Alpes.

El jefe de Gobierno, Giuseppe Conte, se reunió el jueves con el presidente de la República, Sergio Mattarella, para analizar la nueva situación, todas señales de graves tensiones dentro de la coalición.

Otro motivo de tensión es el aumento del ‘spread’, el diferencial entre bonos del tesoro de Italia y Alemania.

Elecciones anticipadas

Otro escenario posible es el de convocar elecciones anticipadas en octubre, según los plazos que exige la Constitución, lo que representaría un desafío, sobre todo para los antisistema, que han perdido buena parte de su popularidad, según encuestas.

Una opción que Salvini acaricia desde que llegó al poder en junio del año pasado y por la que ha trabajado minuciosamente con una presencia diaria e incesante en las redes.

Según las encuestas de opinión, Salvini ganaría las elecciones con cerca del 36% y podría gobernar con otro partido más pequeño de extrema derecha, Fratelli d’Italia.

Pero generar una caída de gobierno podría tener un costo electoral, un riesgo que podría impactar negativamente sobre la Liga.

¿Un tecnócrata?

Otra posibilidad es un gobierno de transición liderado por un tecnócrata, encargado de presentar la ley de presupuestos en septiembre, la cual debe ser aprobada por la Unión Europea (UE) y de organizar las elecciones para febrero y marzo.

Una opción que tanto el M5E como la Liga suelen criticar y tildar de “juegos de palacio”, pero que daría tiempo para aunar fuerzas tanto a los antisistema como a la oposición de izquierda, el Partido Democrático, gran perdedor en las últimas elecciones.

El gobierno además debe controlar el enorme déficit público de 2.3 billones de euros y la ley de presupuestos impondrá duros recortes a los italianos.

Economía en aprietos

La tercera economía en la zona del euro no está funcionando bien. Después de una “recesión técnica” en la segunda mitad de 2018, Italia registró un crecimiento cero del Producto Interno Bruto (PIB) en los primeros seis meses de este año.

Para 2019, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) calculan un crecimiento italiano de solo 0.1% y el gobierno de 0.2%.

Algunos expertos son aún más pesimistas y estiman que el país podría caer nuevamente en recesión.

La economía italiana se ve afectada por la desaceleración que afecta a toda Europa y por las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos, pero también por la cautela de las empresas que invierten menos, preocupadas tanto por la situación mundial como por la inestabilidad política.

Como resultado, la tasa de desempleo se sitúa en 9.7%, e incluso alcanza el 28.1% entre los jóvenes de 15 a 24 años, muy por encima del promedio de la zona del euro (7.5% y 15.4%).

A todo ello hay que tener en cuenta que el país tiene una deuda colosal de 2.3 billones de euros, el 132% de su PIB, la más alta de la zona del euro después de la de Grecia.

Por ello, Bruselas presiona constantemente a Italia para que reduzca su déficit público.

En varias ocasiones hubo tensión entre la Comisión Europea y el gobierno italiano, que finalmente anunció que su déficit público en 2019 no superará el 2.04% del PIB, contra el 2.4% previsto inicialmente.

¿Qué pasaría si Matteo Salvini vence las elecciones anticipadas?

El líder de la ultraderechista Liga siempre ha criticado las directivas de la Unión Europea y estima que el actual ministro de Economía italiano, Giovanni Tria, es demasiado conciliador con Bruselas.

En unas declaraciones recientes, Salvini aseguró que el próximo presupuesto no puede estar “por debajo del déficit del 2%”.

“Los dogmas de Bruselas no son sagrados”, advirtió, aunque excluyó un déficit del 4 o 5% del PIB.

“Seguramente vamos a enfrentarnos con Europa. Pero con un gobierno y un parlamento legitimados por el voto de los italianos”, adelantó.

Salvini, cuyo electorado está formado por pequeños empresarios y artesanos del norte próspero e industrializado, sostiene que se necesita adoptar un presupuesto “valiente”, con importantes recortes de impuestos y grandes obras públicas, para impulsar el crecimiento.

También prometió evitar el aumento del IVA, ya votado por el parlamento saliente, a pesar de los 23,000 millones de euros necesarios para sus programas adicionales.

Con información de Reuters y AFP