La inflación de la eurozona subió menos de lo esperado en septiembre y se ubicó en su nivel más bajo en casi dos años, de acuerdo con los datos publicados por Eurostat.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de la eurozona desaceleró a 4.3% en el noveno mes del año, después de un aumento de 5.2% en agosto; la cifra también representa su nivel más bajo desde octubre de 2021, según los datos de la agencia estadística de la Unión Europea.
Euro area #inflation at 4.3% in September 2023, down from 5.2% in August. Components: food, alcohol & tobacco +8.8%, services +4.7%, other goods +4.2%, energy -4.7% – flash estimate https://t.co/kEf2Z9hOkH pic.twitter.com/SLY2o2CWEc
— EU_Eurostat (@EU_Eurostat) September 29, 2023
En comparación mensual, la inflación cayó del 0.5% al 0.3%; mientras que un sondeo de Reuters preveía un IPC de 4.5%.
Respecto a la inflación subyacente, que excluye la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco, y que es vigilada de cerca por las autoridades monetarias, se ubicó en 4.5% anual en septiembre desde el 5.3% en agosto, marcando su punto más bajo desde el mismo mes de 2022.
El sondeo de economistas de Reuters había previsto una inflación subyacente interanual del 5.7%.
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BCE se afianza al objetivo de disminuir la inflación
La nueva información sobre la eurozona llega después de que el Banco Central Europeo (BCE) decidiera aumentar las tasas de interés a un nivel récord en septiembre, fijando su tasa de referencia en el 4%.
La medida fue descrita como un “aumento moderado”, después de que el BCE también diera su sugerencia más fuerte hasta el momento de que su consejo de gobierno considera que las tasas pueden estar en niveles suficientemente altos para llevar la inflación al objetivo en el mediano plazo.
Las proyecciones macroeconómicas más recientes del banco para la eurozona anticipan que la inflación promediará el 5.6% este año, cayendo al 3.2% en 2024 y al 2.1% en 2025.
Mientras tanto, el panorama sigue siendo complicado, ya que el BCE pronostica un crecimiento económico débil del 0.7% para el bloque este año, seguido de un 1% y 1.5% en los próximos dos años.
El reciente aumento de los precios del petróleo también puede suponer un riesgo para las previsiones inflacionarias del banco.
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Con información de Reuters y CNBC