Los planes económicos del presidente estadounidense, Joe Biden, para combatir estragos de COVID-19, provocaron la alta inflación, señalaron fuentes a The Wall Street Journal.

Según el medio, existen múltiples causas para el aumento de la inflación. La variante delta ha prolongado las interrupciones pandémicas, que la Casa Blanca y muchos economistas esperaban aliviar y a esto se suma la variante ‘ómicron’ que ha provocado temor en los mercados.

Las fábricas y los puertos en el extranjero cerraron, lo que limitó el suministro de bienes cuando los estadounidenses tenían dinero para gastar. Mientras tanto, muchos estadounidenses se mostraron reacios a regresar a sus trabajos y otros tenían limitaciones persistentes en el cuidado de los niños, lo que provocó escasez de mano de obra.

Además, las tasas de interés extremadamente bajas, que reflejan la política de la Reserva Federal (Fed) —actualmente ubicada en un rango de 0 a 0.25%— y las múltiples rondas de estímulo del gobierno están contribuyendo al auge de la demanda de bienes. 

En este contexto, la Fed ha señalado que mantendrá por un periodo prolongado de tiempo una alta inflación —que en octubre fue de 6.2%– por encima de su objetivo de 2% y a partir de ello se espera que a finales de 2022 inicie un incremento a su tasa de interés.

El impacto de los estímulos

En marzo de este año, como parte de un plan elaborado en la campaña de 2020 para evitar que se repitiera la recesión del 2009, Biden promulgó una ley de ayuda contra el coronavirus por 1.9 billones de dólares.

De acuerdo con la ley se incluían cheques por 1,400 dólares para las familias, una extensión a los 300 dólares semanales que suelen recibir; suplemento de ayuda por desempleo. 

Algunos economistas señalaron que ese paquete, que coincidió con un repunte de la actividad económica a medida que las vacunas COVID-19 se hicieron más disponibles, contribuyó a la inflación.

“Fue solo un error y lo estamos pagando, y solo tienes que dejarlo pasar por el sistema y no repetir el error”, dijo Doug Holtz-Eakin, quien fue asesor económico del presidente George W. Bush.

Los funcionarios de la Casa Blanca reconocieron que la ley de marzo, conocida como el “American Rescue Plan”, pudo haber contribuido al aumento de los precios, una posibilidad que dijeron conocer antes de su aprobación. Pero dicen que la ley era necesaria y que ahora pueden tomar medidas para combatir la inflación.

“Reconocemos el estrés que esto puede generar en los presupuestos familiares y estamos haciendo todo lo posible, tanto en el lado de la cadena de suministro, el lado del gas, la compensación del lado del costo para ayudar a las familias”, dijo Jared Bernstein, miembro de el Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, haciendo referencia a la inflación. 

El diario señaló además que el desarrollo económico del país se ha visto complicado por los cuellos de botella en la cadena de suministro y los precios al consumidor más altos en tres décadas.

De acuerdo con fuentes de la Casa Blanca,  Biden ha instruido a sus asesores económicos más importantes para que se concentren en los problemas, estableciendo un grupo de trabajo interno que está rastreando datos granulares como cuántos contenedores están en los puertos del país y cuánto tiempo han estado allí.

Añadió que muchos economistas se muestran escépticos de que los esfuerzos que está llevando a cabo la Casa Blanca, incluida la liberación de reservas de petróleo y el impulso de los puertos para que operen más horas, pueden cambiar significativamente la trayectoria de la inflación a corto plazo.

“No tienen ninguna herramienta de política fantástica disponible para abordar los impulsores de la inflación elevada”, dijo Josh Bivens, director de investigación del Instituto de Política Económica