La India inició desde este miércoles un confinamiento de tres semanas: las calles lucen vacías y el gorjeo de los pájaros ha sustituido el estruendo habitual de bocinas y gentío en el segundo país más poblado del mundo. 

En el gigante asiático de 1,300 millones de habitantes, casi una quinta parte de la población mundial, el bullicio constante ha mutado a una calma irreal y a un freno en la dinámica económica, incluyendo los servicios que miles de empresas contratan en ese país a través del outsourcing, una industria de 181,000 millones de dólares que maneja desde acuerdos comerciales hasta servicios para bancos globales y reservaciones aéreas para British Airways.

El miércoles por la mañana, India contabilizaba 562 casos confirmados de COVID-19 y nueve fallecidos. 

Para hacer frente al impacto económico, la India prepara un paquete de 19,600 millones de dólares (1.5 billones de rupias) para combatir una posible recesión, dijeron dos fuentes a Reuters.

La oficina del primer ministro Narendra Modi, el ministerio de finanzas y el Banco de la Reserva de la India (RBI) definen detalles para finalizar el paquete millonario que puede anunciarse el fin de semana.

Empresas toman medidas

Las compañías que emplean a miles de personas en centros tecnológicos en India luchan por asegurarse de que puedan llevar a cabo sus actividades desde casa, pero también buscan que algunos de sus empleados continúen yendo a las oficinas.

UBS, Deutsche Bank y otras multinacionales trabajan con la tecnológica Nasscom para garantizar que sus actividades sean clasificadas como esenciales para que el personal acuda a las oficinas si es necesario, de acuerdo con Bloomberg.

Barclays emplea a más de 20,000 personas en India que se encargan de toda la atención tecnológica del banco en el mundo; Deutsche Bank emplea a 10,000 y JP Morgan, tres veces esa cifra. 

Infosys, Tata Consultancy Services y otras empresas indias que emplean a más de cuatro millones de personas en centros tecnológicos como Bengaluru, procuran que sus empleados que deben quedarse en casa durante el bloqueo aún puedan realizar sus actividades.

Trasladar millones de computadoras de escritorio a los hogares de los empleados, configurar el software para permitir un ancho de banda más lento y garantizar la ciberseguridad es un ejercicio físico y logístico alucinante que nuestras empresas están haciendo en este momento,

dijo a Bloomberg el presidente de Nasscom, Keshav Murugesh.

Nasscom pide a los gobiernos locales de la India que otorguen exenciones especiales para garantizar que algunos trabajadores puedan ir a la oficina, donde tienen acceso a bases de datos esenciales, pues el que hagan uso de información confidencial desde casa puede volver a las empresas vulnerables.

Muchas compañías no permiten que los empleados lleven sus teléfonos al lugar de trabajo por temor a comprometer las cláusulas de confidencialidad de los clientes, y restringen el acceso a ciertas áreas sólo a aquellos que trabajan en el proyecto, indica el medio especializado.

Con información de Reuters