Las exportaciones de China cayeron en junio tras el incremento de la presión comercial de Estados Unidos, mientras que las importaciones se redujeron más de lo esperado, lo que indica un aumento de las dificultades para la segunda economía más grande del mundo.

Las exportaciones chinas cayeron 1.3% con respecto al mismo mes del año anterior, un resultado menos negativo del que esperaban los analistas. Las importaciones bajaron 7.3%, una caída más pronunciada que el 4.5% previsto por los analistas, lo que muestra que la demanda interna sigue siendo moderada.

Estas cifras resultaron en un superávit comercial en China de 50,980 millones de dólares en el mes pasado, en comparación con el de 41,660 millones de dólares de mayo. Los analistas habían previsto un superávit de 44,650 millones de dólares para junio. 

Los fabricantes de China están haciendo frente a una ralentización de la demanda en el país y en el extranjero, mientras que la fuerte subida de los aranceles de Estados Unidos anunciada en mayo amenaza con pulverizar unos márgenes de utilidad ya estrechos, lo que refuerza el argumento de que Pekín necesita anunciar más medidas de estímulo en breve.

China reportará el lunes datos de crecimiento para el segundo trimestre y se espera que la cifra sea una de las más débiles en al menos 27 años.

Otros datos publicados este viernes mostraron que los nuevos créditos bancarios subieron a máximos de tres meses en junio, en momentos en que las autoridades buscan mantener la disponibilidad de fondos en el sistema financiero.

“En general, las importaciones y exportaciones están disminuyendo trimestre a trimestre y la débil demanda externa será el mayor desafío en la segunda mitad de este año”, dijo el economista en jefe de Zhonghai Shengrong Capital Management en Beijing, Zhang Yi.

“Las políticas de estímulo a corto plazo deben ser adelantadas”, enfatizó.

Las importaciones de cobre en bruto de China cayeron 27.2% en junio respecto al año anterior, según mostraron datos oficiales, ya que la desaceleración de la segunda mayor economía del mundo continúa afectando la demanda del metal.

Los de junio fueron los primeros datos de un mes completo tras el aumento de los aranceles estadounidenses sobre productos chinos valorados en 200,000 millones de dólares, que Washington implantó semanas antes, después de que se rompieran las conversaciones comerciales entre las mayores economías del mundo.

“No esperamos que el crecimiento mundial toque fondo hasta el próximo año. Y aunque la tregua alcanzada entre Trump y Xi en el G20 a finales del mes pasado elimina la amenaza inmediata de más aranceles estadounidenses, nuestra previsión sigue siendo que las conversaciones comerciales se romperán de nuevo en poco tiempo”, opinó Capital Economics.

Las cifras de junio arrojaron un alza de 11% en el superávit comercial con Estados Unidos, la mayor fuente de fricción con su principal socio, a 29,920 millones de dólares desde los 26,900 millones de dólares de mayo.

En la primera mitad del 2019, el superávit comercial chino con Estados Unidos aumentó un 5% a 140,480 millones de dólares.

Con información de Reuters