El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció este miércoles que suspenderá los fondos para Afganistán debido a la incertidumbre sobre el estado del gobierno en Kabul, tras la toma del país por los talibanes. 

“Actualmente existe una falta de claridad dentro de la comunidad internacional con respecto al reconocimiento de un gobierno en Afganistán, como resultado de lo cual el país no puede acceder a los DEG (derechos especiales de giro) u otros recursos del FMI”, comentó un funcionario del fondo a la AFP.

En junio, el FMI liberó la última entrega de un préstamo de 370 millones de dólares a Afganistán aprobado en noviembre para ayudar a respaldar la economía ante la pandemia de COVID-19.

Entonces, el Fondo dijo que el gobierno afgano había mantenido su programa económico por buen camino a pesar de que “la seguridad se ha deteriorado y la incertidumbre ha aumentado en tanto las conversaciones de paz entre el gobierno y los talibanes se estancaron, y las tropas estadounidenses y de la OTAN prevén retirarse para septiembre”.

La medida anunciada este miércoles por el fondo se sumó a las tomadas por Estados Unidos, pues Washington aseguró el lunes pasado  que los talibanes no tendrán acceso a las reservas monetarias del Banco Central de Afganistán guardadas en cuentas en EU.

“Cualquier activo del Banco Central que el gobierno afgano tenga en Estados Unidos no estará disponible para los talibanes”, dijo a un funcionario del gobierno de Joe Biden.

Las reservas brutas del Banco Central de Afganistán ascienden a 9,400 millones de dólares, de acuerdo con el FMI.

Recorte de ayuda multilateral

Además de congelar activos, Washington también podría bloquear la ayuda a Afganistán del Banco Mundial (BM), como lo ha hecho con otros regímenes que no reconoce, como Venezuela.

No obstante, el BM tiene más de dos docenas de proyectos de desarrollo en curso en Afganistán y ha proporcionado 5,300 millones de dólares desde el 2002, principalmente en donaciones.

“Afganistán depende tremendamente de la ayuda exterior (…) por lo que el acceso a fondos económicos internacionales será crucial”, dijo Vanda Felbab-Brown, experta en política exterior de The Brookings Institution.

Sin embargo, señaló que cortar los fondos en un intento de socavar al gobierno talibán tiene enormes consecuencias humanitarias y consecuencias para el desarrollo humano y económico. 

Por otro lado, los talibanes prometieron mejorar la economía afgana, pero sin acceso a la ayuda internacional y con las reservas monetarias retenidas en el extranjero, el futuro del país, uno de los más pobres del mundo, se vislumbra complejo.

En el 2020, el Producto Interno Bruto (PIB) afgano sumó 19,810 millones de dólares, mientras que el flujo de ayuda representó 42.9% del PIB, según el Banco Mundial.

¿Cómo se financian los talibanes?

Los ingresos actuales de los talibanes son estimados entre 300 millones y más de 1,500 millones de dólares anuales por el Comité de Sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU, que publicó un informe en mayo del 2020.

Los talibanes se financian, principalmente, a través de actividades criminales como el cultivo de la amapola de la que extraen opio y heroína, es decir del tráfico de drogas, pero también de la extorsión a empresas locales y rescates obtenidos tras secuestros.

“Una buena parte de sus ingresos provienen también de la recolección de impuestos”, explica Charles Kupchan, del Council on Foreign Relations. Se volvieron expertos en gravar casi todo lo que pasaba por los territorios que controlaban, ya fueran proyectos de gobierno o negocios, agregó.

Con información de AFP