Roger Stone, exasesor del presidente Donald Trump, fue arrestado este viernes en el marco de la investigación sobre la posible colusión entre el equipo de campaña del mandatario electo en 2016 y Rusia y quedó en libertad tras el pago de una fianza de 250,000 dólares.
Stone, quien fue acusado ayer, se enfrenta a un cargo por obstrucción de un proceso oficial, cinco cargos por hacer declaraciones falsas y otro cargo por sobornar a testigos, de acuerdo con la oficina del fiscal especial, Robert Mueller.
En el centro de la investigación contra Stone está el hackeo ruso de los correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata y su posterior publicación por Wikileaks.
Durante la campaña presidencial de Trump de 2016, Stone dio a entender que tenía conocimiento interno de los datos obtenidos por hackers que podrían complicar el escenario para los demócratas, incluida su rival en la carrera por la Casa Blanca, Hillary Clinton.
En la acusación, los fiscales dijeron que Stone “envió y recibió numerosos correos electrónicos y mensajes de texto durante la campaña de 2016, en la que habló sobre ‘Organización 1’, su dirección y su posesión de correos electrónicos hackeados”.
“Organización 1” se menciona sin nombre en los documentos judiciales, pero todo parece indicar que se trata de WikiLeaks, organización dedicada a publicar información secreta y clasificada aportada por fuentes anónimas.
Según la acusación, oficiales de la campaña de Trump contactaron a Stone durante el verano de 2016 para preguntarle sobre publicaciones futuras de WikiLeaks, lo que sugiere que la campaña sabía sobre los e-mails robados antes de que fueran difundidos.
Stone estaba aún en posesión de muchas de estas comunicaciones cuando aportó un falso testimonio al respecto, afirmaron los fiscales en la acusación.
Stone habló también con altos funcionarios de la campaña de Trump sobre la organización “y la información que podría tener y fuera perjudicial para la campaña de Clinton”. También “fue contactado por altos funcionarios de la campaña de Trump para preguntar sobre futuras publicaciones” del grupo, agregó.
El abogado de Stone, Grant Smith, desestimó los cargos, que calificó de ridículos.
“Todo esto es acerca de un cargo menor por mentirle al Congreso acerca de algo que aparentemente fue encontrado después”, afirmó, según el New York Times.
Con información de Reuters y AFP