Michael Cohen, exabogado del presidente Donald Trump, lanzó este miércoles un despiadado golpe a su exjefe mientras pedía indulgencia ante un tribunal federal, que lo sentenció a tres años de prisión.
Cohen era acusado de múltiples cargos, entre ellos por su rol en el pago a las mujeres que dijeron haber tenido amoríos con Trump, la estrella de cine porno, Stormy Daniels y la exmodelo de Playboy, Karen McDougal, para que no los hicieran públicos. El presidente niega haber tenido una relación con ellas.
Los fiscales y Cohen dicen que los pagos por silencio violaron las leyes de financiamiento de campañas y fueron ordenados por el propio Trump.
Cohen dijo que estaba asumiendo la responsabilidad de sus delitos “incluidos aquellos que implican al presidente de los Estados Unidos de América”. “Era mi deber encubrir sus actos sucios”, declaró.
Trump, sin miedo a un juicio político
Trump declaró ayer que no está preocupado sobre enfrentar un juicio político y dijo que los pagos que Cohen hizo a dos mujeres no fueron una violación a las leyes de financiamiento de campaña.
“Es difícil hacerle un juicio político a alguien que no ha hecho nada malo y quien ha creado la mejor economía en la historia de nuestro país”, dijo Trump a reporteros durante una entrevista en la Oficina Oval.
“No estoy preocupado, no. Creo que la gente se sublevaría si eso ocurriera”, agregó.
Presentaciones judiciales de la semana pasada generaron un renovado interés por los pagos de seis cifras realizados por Cohen a dos mujeres durante la campaña electoral del 2016 para que no hablaran de sus supuestas relaciones con el entonces candidato.
Demócratas en el Congreso dijeron que Trump podría enfrentar un juicio político y tiempo en la cárcel si las transacciones violaron las leyes de financiamiento de campaña.