El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, se reunirá con un alto funcionario de China el miércoles en Hawái, en las primeras reuniones bilaterales de alto nivel desde el inicio de la pandemia de coronavirus.

Pompeo se encontrará con Yang Jiechi, miembro del estado chino de alto nivel encargado de la política exterior, dijo The South China Morning Post, que citó a una fuente no identificada.

En tanto, los medios estadounidenses Político y CNN también informaron sobre el encuentro. Según la cadena de televisión, el encuentro se realizará en la Base de la Fuerza Aérea Hickam, próxima a Pearl Harbor.

El Departamento de Estado no hizo comentarios sobre los informes.

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, dijo que “se dará más información cuando esté disponible”, e indicó que los dos países mantienen comunicación través de canales diplomáticos, según una publicación de The Global Times.

Sería la reunión en persona más importante entre las dos naciones desde enero cuando llegaron a una tregua después de dos años de tensiones en el comercio exterior.

Ese mes, el viceprimer ministro Liu se encontró con el presidente Donald Trump en la Casa Blanca para firmar la primera fase de un acuerdo sobre la disputa comercial que sostienen ambos países desde hace más de dos años.

Desde entonces, la tensión se intensificó desde entonces, ya que la administración de Trump, con Pompeo al frente, acusa a China como responsable de la pandemia de coronavirus.

Trump, cuestionado por su respuesta ante la crisis sanitaria, señala la censura de la información sobre el virus por parte de China, cuando surgió el brote en la metrópoli de Wuhan.

Pompeo además, mantiene una teoría, descartada por buena parte de la comunidad científica, de que el virus proviene de un laboratorio en Wuhan, y no de un mercado de animales exóticos, como se cree ampliamente.

Si bien Trump alude al presidente chino, Xi Jinping, en términos amistosos, su administración considera al país asiático como un enemigo. El Partido Republicano también es muy crítico de Pekín en la campaña hacia las elecciones presidenciales de noviembre.

El gobierno de Trump también ha tomado medidas en respuesta al impulso de China de una nueva ley de seguridad en Hong Kong, donde los activistas prodemocracia temen una erosión de las libertades.

Y se espera que Trump pronto convierta en ley un acto, de gran apoyo en el Congreso, que establecería sanciones contra los funcionarios chinos por presuntos abusos en la región occidental de Xinjiang.

Activistas y testigos estiman que al menos un millón de uigures y otros musulmanes turcos han sido detenidos en campos de lavado de cerebro, lo que China niega.

La potencia asiática ha respondido recientemente con críticas a Estados Unidos por el racismo y la brutalidad policial luego de las protestas por el asesinato del ciudadano estadounidense negro, George Floyd.