El banco de inversión estadounidense Morgan Stanley anticipa que México tendrá una recuperación lenta, mientras que para Estados Unidos prevé un repunte en forma de V.

Los economistas del banco dicen que, el crecimiento será el más afectado por la continua combinación de políticas públicas poco ortodoxas. La austeridad fiscal y un punto de partida positivo ayudan a México, pero la narrativa continúa deteriorándose.

“A medida que la economía presenta un repunte superficial, las perspectivas de México dependen en gran medida de eventuales retrasos a la actual combinación de políticas poco ortodoxas. Prevemos que la economía mexicana tendrá dificultades en el período posterior al COVID-19, en general como resultado de un sentimiento moderado, que a su vez es un subproducto de una combinación de políticas cada vez menos ortodoxas”, dice Morgan Stanley en un reporte.

El documento señala que el repunte de Estados Unidos, el principal socio comercial de México, ayudará al motor externo de México, sin embargo, la porción del PIB centrada en el país se retrasará a medida que las empresas y los trabajadores encuentren difícil adaptarse a la nueva normalidad. Por lo que no ven que la economía mexicana alcance los niveles anteriores al COVID-19 hasta el cuarto trimestre de 2023.

Para este año, el banco estima que la economía mexicana sufrirá una contracción de 8.4%, y una recuperación de 3.1% para 2021, es decir, ni la mitad de lo perdido este año.

“La prudencia fiscal de México en los últimos años se tradujo en una mejor dinámica de la deuda y una acumulación de amortiguadores fiscales modestos, e incluso bajo la actual combinación de políticas poco ortodoxas, la austeridad fiscal aún no ha sido cuestionada. Además, las cuentas externas con buen comportamiento agregan valor al marco macro del país, con una dinámica comercial relativamente equilibrada, por diseño, y sin desafíos de balanza de pagos”.

En cuanto a los retrasos políticos, prevén que la recesión podría reducir el apoyo del gobierno y tener implicaciones para las elecciones de mitad de período del próximo año.

De acuerdo con Morgan Stanley, un escenario más positivo para México se daría si el país abandona “el nacionalismo energético en favor de la participación privada y el fin de la acción política discrecional en las iniciativas de inversión privada. El sentimiento mejorado ayuda a impulsar la inversión y el consumo”.

Por el contrario, en su escenario bajista, la política poco ortodoxa aumenta, con la intervención estatal ampliando su huella en todos los sectores. “La administración no otorga ningún apoyo adicional al sector corporativo, incluso cuando el COVID-19 se agrava, provocando problemas de solvencia”.