Estados Unidos exigirá a partir del próximo lunes, la prueba negativa de COVID-19 para todos los viajeros que se trasladen a su territorio, por lo cual, los turistas tendrán que presentar un test negativo en las 24 horas anteriores a su vuelo.
La prueba negativa deberá presentarse independientemente de su estado de vacunación o país de salida, con el objetivo de frenar una posible propagación de la nueva variante de COVID-19, Ómicron, informó la agencia EFE.
Esta mañana, el presidente estadounidense, Joe Biden, anunció el requisito de la prueba a viajeros en Estados Unidos, una medida que forma parte de su plan de invierno contra el COVID-19, que cuenta con ocho disposiciones más.
Hasta ahora, Estados Unidos requería pruebas de coronavirus antes de la salida a los viajeros aéreos vacunados y no vacunados, pero era más estricto con los que no han recibido las inoculaciones.
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De hecho, los no vacunados debían presentar una prueba negativa en las 24 horas anteriores al vuelo, mientras que los viajeros vacunados tenían que hacer lo mismo, pero en las 72 horas anteriores.
We’re going to fight the Omicron variant the way we’ve been fighting COVID-19 since the beginning—with scientific and knowledgeable actions and speed, not chaos and confusion.
— Joe Biden (@JoeBiden) November 30, 2021
“Este marco de tiempo más estricto para todos los viajeros proporciona un grado adicional de protección de la salud pública a medida que los científicos continúan evaluando la variante Ómicron”, dijo un alto funcionario estadounidense, que prefirió el anonimato, en una llamada con periodistas.
Asimismo, la fuente descartó que los viajeros tengan que permanecer en cuarentena cierto tiempo tras su llegada o someterse a otra prueba a los dos o tres días de pisar suelo estadounidense, tal como habían mencionado varios medios de comunicación de Estados Unidos.
Plan de invierno de Biden
Más allá de los protocolos para los viajeros, el plan de invierno de Biden contra el coronavirus incluye medidas para impulsar la vacuna de refuerzo entre todos los adultos; ampliar el número de inoculaciones entre niños y aumentar el acceso a pruebas gratuitas en el hogar.
Además, el programa de Biden, asegurará el suministro de píldoras de tratamiento contra COVID-19 una vez que sean aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), entre otros.
Si bien el alto funcionario reconoció en la llamada que la nueva variante ómicron es “motivo de preocupación” en EU, aseveró que “no es motivo de pánico”.
Estados Unidos confirmó en la víspera el primer caso en su territorio de la variante Ómicron del coronavirus, que ha sido detectado en California y que corresponde a un individuo que regresó de Sudáfrica el pasado 22 de noviembre.
En Estados Unidos, el país más golpeado por la pandemia con más de 780,000 fallecidos, casi el 20% de su población ha recibido además ya la dosis de refuerzo de los sueros disponibles.