Nota del editor: esta nota se publicó originalmente a las 15:40 y se actualiza con presentación del senador republicano Mitch McConnell.

Los senadores republicanos anunciaron este lunes un paquete de ayuda de 1 billón de dólares elaborado con la Casa Blanca, allanando el camino para negociaciones con los demócratas sobre un plan para ayudar a los estadounidenses.

El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, informó lo que denominó un plan “adaptado y dirigido” enfocado en lograr que los niños regresen a las escuelas, los empleados a sus trabajos y el respaldo para un sistema de salud que lidia con una enfermedad que ha cobrado la vida a 150,000 estadounidenses.

McConnell aseguró que el plan incluiría algunos beneficios de desempleo adicionales -pero no dijo cuánto- y pagos directos a los estadounidenses de 1,200 dólares cada uno, así como incentivos para fabricar equipos de protección personal para trabajadores de la salud en Estados Unidos, en lugar de en China.

Previo al anuncio de McConnell, varios medios publicaron que los republicanos buscan que la ayuda por desempleo podría reducirse a 200 dólares por semana desde los 600 dólares actuales.

Los republicanos del Senado quieren reducir el pago de 600 a 200 dólares hasta que los estados puedan implementar un nuevo esquema que pagaría a los trabajadores el 70% de los ingresos que recibían antes de perder sus empleos,

sostiene el Washington Post.

McConnell instó a los demócratas a comprometerse con el plan. “Tenemos un pie en la pandemia y un pie en la recuperación. El pueblo estadounidense necesita más ayuda. Necesita que sea integral, y necesita que se adapte cuidadosamente a esta encrucijada”, indicó.

El plan presentado por McConnell enfrentó una oposición inmediata, no solo de los demócratas, sino también de algunos republicanos.

“La respuesta a estos desafíos no será simplemente sacar dinero de Washington. La respuesta a estos desafíos será hacer que la gente vuelva a trabajar. Y tal como está ahora, creo que es probable que vean a varios republicanos expresando serias preocupaciones sobre este plan”, dijo el senador republicano Ted Cruz a periodistas en el Capitolio.

Algunos republicanos se han quejado de las altas sumas desembolsadas. El gobierno federal ya ha gastado 3.7 billones de dólares para amortiguar el golpe económico de los cierres forzados por la pandemia.

El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, dijo que el plan republicano es demasiado limitado y hacía muy poco y muy lentamente para ayudar a los estadounidenses que enfrentan el desalojo de sus hogares porque la pandemia les ha hecho imposible ir a trabajar y pagar sus hipotecas.

La medida forma parte del proyecto de ley acordado entre la Casa Blanca y los senadores republicanos después de una semana de discusiones.

Este nuevo plan podría incluir un nuevo cheque para hogares, préstamos adicionales para las pequeñas y medianas empresas más afectadas, y fondos para permitir la reapertura de las escuelas.

Posibles desencuentros

La aprobación del plan generará desencuentros en el Senado entre los republicanos y los demócratas, que quieren alargar la ayuda de 600 dólares semanales al menos hasta enero de 2021.

El domingo, en entrevista para Fox, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, insistió en que el monto debería ser inferior.

Simplemente no sería justo usar el dinero de los contribuyentes para pagarles más por quedarse en casa que si trabajaran o encontraran un empleo,

dijo Mnuchin.

El tiempo apremia cuando restan solo 100 días para las elecciones presidenciales.

Interrogado sobre una posible nueva baja de impuestos o una reducción de cotizaciones sociales deseadas por Trump, Mnuchin respondió: “Los pagos directos son una forma mucho más rápida de darles a todos una reducción de impuestos y eso es mucho más rápido que reducir las cargas sociales”.

La ayuda del gobierno federal se suma a los subsidios de desempleo pagados por los estados con montos y duraciones variables, que pueden ir desde 235 dólares por semana en Mississippi hasta 823 dólares en Massachusetts, y de tres meses en Georgia o Nevada a seis meses en Maryland.

Con información de Reuters y AFP